¿Cómo afecta el CBD al cerebro?

¿Cómo afecta el CBD al cerebro?

Cómo afecta el CBD al cerebro

Después de décadas de estudiar al THC y cómo afecta al consumidor, recientemente otros compuestos de la planta del cannabis han despertado la misma curiosidad. Hoy en día existen muchos estudios que se enfocan en cómo afecta el CBD al cerebro, específicamente. Y es que no es un psicotrópico, sino que actúa de manera muy distinta al THC.

El cerebro y sus partes

Antes de entender cómo afecta el CBD al cerebro, lo mejor es repasar sus partes primero. Evidentemente, nombrar cada una, así como sus funciones, es tema para un artículo larguísimo, así que vamos a verlo de la manera más básica posible.

En pocas palabras, el cerebro se encarga de recibir información del entorno, interpretarla y enviar mensajes de vuelta a todo el cuerpo que se manifiestan como reacciones. Es un proceso que resulta en la memoria, las experiencias y, por lo tanto en la cognición y hasta en la conciencia. Es un proceso complicado que solo puede ocurrir gracias a las funciones tan diversas que tienen lugar en las distintas áreas del cerebro.

Partido por la mitad, cada mitad es un hemisferio; izquierdo y derecho según son vistos “desde arriba”. Sin embargo, las partes del cuerpo que gobiernan son las opuestas. Es decir, el hemisferio izquierdo opera y regula el lado derecho del cuerpo y viceversa.

Cada hemisferio se divide en cuatro partes o regiones llamados lóbulos; el temporal, el frontal, el occipital y el parietal. En cada uno se llevan a cabo funciones muy específicas que usamos todos los días, como el razonamiento y la habilidad para tomar decisiones. Ahí está el sentido del olfato y los rasgos de nuestra personalidad.

Además de los hemisferios, todo el cerebro tiene tres partes principales. Solemos llamar cerebro a todo el órgano, pero en realidad es solo una de ellas. La más superficial; la que se encarga del caminar, del pensar, de la memorización de información nueva, de hablar, leer y sentir.

Detrás, en la parte inferior, está el cerebelo. Este regula, principalmente, funciones motoras. Es decir, es donde está nuestro equilibrio y la coordinación ojo-mano, también llamada habilidad motriz fina.

Debajo de todo este cablerío se encuentra el tronco encefálico, el cual conecta al cerebro y al cerebelo con el resto del cuerpo. Es la vía de acceso de los mensajes que intercambian con el resto de los órganos. Además, aquí se regulan funciones involuntarias como la presión arterial, la respiración y el movimiento de los ojos.

¿Cómo afectan los receptores cannabinoides al cerebro?

El sistema endocannabinoide es una red compuesta por neurotransmisores y receptores. Forma parte importante de esos mensajes que intercambian cerebro y órganos para mantener un funcionamiento óptimo de todo el cuerpo.

Neurotransmisores hay muchos, como la anandamida o la serotonina, pero receptores cannabinoides hay solo dos—CB1 y CB2—, los cuales se encuentran repartidos por todo el cuerpo. En ciertas regiones, sin embargo, están más concentrados. Tal es el caso del sistema nervioso, donde abundan los CB1.

Al ser receptores cannabinoides, reaccionan al cannabis. El THC, cuya estructura es casi idéntica a la de la anandamida, se acopla casi a la perfección a los receptores CB1; altera los mensajes entre órganos y cerebro y, así, causa sus efectos tan particulares.

El CBD, sin embargo, actúa de manera distinta. Estructuralmente no se parece a ningún neurotransmisor y, en lugar de acoplarse a los receptores, los bloquea. Como resultado, puede reducir los efectos de ciertos medicamentos o sustancias, o el mismo THC cuando se toman juntos.

Sin embargo, el CBD sí interactúa con otro tipo de receptores no cannabinoides. Los TRPV1, por ejemplo, juegan un papel importante en algunas respuestas inmunológicas, como la inflamación y el dolor.

¿Cómo afecta el CBD al cerebro?

Entonces, si no se acopla a los receptores del sistema endocannabinoide, ¿afecta el CBD al cerebro? De hecho, sí. Y de muchas maneras. Tantas, que no es posible nombrarlas en solo en un par de párrafos.

Cómo afecta el CBD a la neurogénesis

El cerebro no funciona sin neuronas. Éstas, por medio de descargas eléctricas, permiten la transmisión de mensajes que hemos mencionado tanto en este artículo. Sin ellas, la comunicación se interrumpe.

Este sistema puede mantenerse gracias a que las neuronas se están regenerando constantemente en un proceso llamado neurogénesis. Algunas mueren y, mientras, otras nacen. Existen algunos factores que pueden afectar este ciclo, tanto para bien o para mal.

Algunas pruebas clínicas con ratones han estudiado cómo el CBD afecta a la neurogénesis. En uno del 2010 se observó que, probablemente, ayuda a la supervivencia de las recién nacidas. Otro, del 2018, parece comprobar que el CBD contribuye a su desarrollo celular en ratones con estrés crónico.

Cómo afecta el CBD al estrés oxidativo

Otras investigaciones han concluido que, probablemente, el CBD contribuye a reducir el estrés oxidativo. Además de acelerar el envejecimiento, el estrés oxidativo también puede promover la aparición de enfermedades de consecuencia, como cáncer, enfermedades del corazón y diabetes.

Los radicales libres son moléculas que resultan del metabolismo celular. “Roban” electrones de otras células, causando estrés oxidativo, por lo que su producción debe estar regulada. Un desbalance conduce a los problemas antes mencionados.

Aparentemente, al bloquear las endotoxinas que lo causan,  el CBD puede reducir el estrés oxidativo.

Cómo afecta el CBD al hipocampo

Otros estudios han observado que el CBD puede ser beneficial para el hipocampo al mejorar el flujo sanguíneo cerebral.

Un flujo sanguíneo cerebral correcto es esencial para reducir los efectos mentales del envejecimiento, retrasando o evitando la aparición de enfermedades y condiciones degenerativas. El hipocampo, por ejemplo, localizado en el lóbulo temporal del cerebro, regula funciones como el aprendizaje y la memoria.