Cómo reducir la dependencia de opioides con cannabis

Cómo reducir la dependencia de opioides con cannabis

No hay duda de que los opioides, a pesar de aliviar los dolores crónicos, son medicamentos altamente riesgosos. Solo en Estados Unidos, donde se recetan muy libremente, representaron el 70% de las muertes por sobredosis de drogas en el 2019. Por ello, y por otras razones, muchos pacientes los sustituyen con cannabis, ya que se ha comprobado que es un analgésico efectivo. Si bien se puede reducir la dependencia de opioides con cannabis, frecuentemente esto significa mezclarlos, así que siempre debe hacerse bajo supervisión médica.

Los riesgos de los opioides

El dolor crónico resulta de una gran variedad de cosas, como accidentes o enfermedades. A diferencia de otros tipos de dolores, que se curan con una o dos tomas de analgésicos, el dolor crónico puede permanecer con el paciente largo tiempo; semanas, años, décadas. Incluso puede acompañarlo el resto de su vida. Aliviarlo es esencial para tener una calidad de vida normal.

No hay duda de que los opioides funcionan; pero sus efectos secundarios son especialmente peligrosos: reduce el ritmo cardiaco y respiratorio y, además, es adictivo. Es decir, morir de una sobredosis de opioides es terroríficamente sencillo. Por eso, muchos buscan alivio en el cannabis.

Cómo ayuda el cannabis a reducir la dependencia de los opioides

El cannabis actúa de manera distinta de persona a persona, por lo que sus beneficios pueden ocurrir de distintas maneras.

Algunos, por ejemplo, encuentran tal alivio en las propiedades analgésicas del cannabis, que son capaces de dejar los opioides totalmente. Sin embargo, es más frecuente que se use para potenciar sus efectos y, con ello, reducir las dosis.

Cómo reducir la dependencia de opioides con cannabis

Nunca está de más repetirlo: recurrir al cannabis para reducir o eliminar tu dependencia de opioides siempre debe de hacerse bajo supervisión médica. De otra manera, puedes exacerbar el riesgo de daño severo, o hasta la muerte.

Generalmente consiste en tomar una microdosis de cannabis junto con los opioides, ver qué efectos causa, y aumentarla—con extremo cuidado—hasta encontrar la dosis predilecta.Una vez encontrada, es importante no excederse para no generar tolerancia. Así, el cannabis puede potenciar los efectos de los opioides por años, sin la necesidad de aumentar la dosis.