¿El cannabis interactúa con sedantes?

¿El cannabis interactúa con sedantes?

El cannabis interactúa con sedantes

Con el advenimiento de ansiedad e insomnio, hoy en día se recetan sedantes cada vez con mayor frecuencia. Pero, ¿qué pasa con el cannabis? ¿El cannabis interactúa con los sedantes? Es posible, y puede hacerlo con una variedad de efectos. Algunos son menos pronunciados que otros, los cuales tienen el potencial de provocar la muerte.

¿Qué son los sedantes?

Los sedantes son medicamentos que inducen tranquilidad. Se recetan sobre todo a pacientes que sufren de condiciones como ansiedad o insomnio. Como éstos también son síntomas en condiciones más serias—como en la depresión—comúnmente, los sedantes se usen en combinación con otros medicamentos.

Su mayor desventaja es que, potencialmente, pueden ocasionar dependencia, la cual, a su vez, provoca abuso que puede llevar a sufrir trastornos. También tienen efectos secundarios de consecuencia, como la dificultad para hablar o arrastrar la lengua, mala coordinación o confusión.

Los sedantes más comunes son el diazepam y el clonazepam, los barbitúricos, el zolpidem y el eszopiclone, entre otros.

¿El cannabis interactúa con sedantes?

Las sobredosis de este tipo de medicamentos pueden tener consecuencias muy serias, como dificultad para despertar y disminución de la respiración que, en casos aislados y extremos, pueden provocar la muerte.

Además, su uso prolongado puede ocasionar pérdida de la memoria, dificultad para concentrarse o poner atención y cambios emocionales bruscos. También se pueden afectar las funciones cognitivas.

Al igual que con el alcohol, el cannabis, por sí solo, es capaz de exacerbar todos los efectos mencionados. Se recomienda ampliamente suspender el consumo de cannabis mientras se utilicen los sedantes.

Sedantes y depresión

Como dijimos al principio, es común que los sedantes sean parte de un tratamiento, como en el caso de la depresión. Con esa combinación de medicamentos, agregar cannabis quizá no sea una buena idea.

No es solamente que potencie sus efectos relajantes, sino que podría tener el efecto adverso. Es decir, reducir la efectividad de antidepresivos y sedantes. Cuando esto ocurre, el paciente podría abandonar el tratamiento. Y empezar y abandonar un tratamiento de depresión en repetidas ocasiones puede tener consecuencias serias.