¿Qué es el síndrome de abstinencia?

¿Qué es el síndrome de abstinencia?

Qué es el síndrome de abstinencia

Aún hay muchos supuestos conocedores de cannabis que sostienen que es imposible volverse adicto a la marihuana. A pesar de que dicha adicción suele ser menos intensa que la de otras sustancias, eso no la hace inexistente. Es perfectamente posible desarrollar una dependencia a la marihuana, la cual causa, cuando se intenta dejar, el famoso síndrome de abstinencia. Afortunadamente, es bastante llevadero y, en la mayoría de los casos, no necesita tratamiento. En otros, incluso se puede consumir CBD.

¿El cannabis es adictivo?

Es lógico creer que, conforme el cannabis se vuelva más aceptado y, con ello, legal, su consumo aumente. Con ello seguramente llegarán, también, más casos de adicción a la marihuana. Porque sí, el cannabis es adictivo.

Generalmente se considera una adicción mucho menos seria que la que ocurre con otras sustancias, como el alcohol, drogas fuertes o incluso el tabaco. Hay consumidores vitalicios de marihuana que nunca desarrollan una dependencia; también existen aquellos que se vuelven adictos con solo probarla en un par de ocasiones.

Cada quien es distinto. Todo depende de una serie de factores que determinan lo propenso que es alguien para volverse dependiente de la marihuana, cannabis y demás sustancias que decida consumir con regularidad. Estos pueden incluir desde factores ambientales y de su entorno, psicológicos y hasta biológicos.

Factores que determinan la adicción

Qué tan factible es que alguien se vuelva dependiente a una sustancia como la marihuana depende de una larga lista de factores que, en la mayoría de las ocasiones, son específicos a él o ella. Aquí mencionamos algunos de los más comunes.

Frecuencia

Es algo evidente, pero vale la pena mencionarlo: el riesgo de desarrollar dependencia aumenta considerablemente en usuarios que consumen con mayor frecuencia. Lo mismo aplica a la cantidad que se consume, pues el sistema endocannabinoide puede acostumbrarse fácilmente a la presencia de los compuestos—a los cannabinoides—que el cuerpo no produce naturalmente.

Potencia

Lo mismo ocurre con cepas de cannabis con un alto contenido de THC. Es decir, el sistema endocannabinoide puede acostumbrar su funcionamiento a la presencia del cannabinoide psicoactivo y éste puede reducir su efectividad cuando no lo encuentra. En combinación con el apartado anterior, el riesgo de adicción aumenta todavía más. Especialmente si se considera que las cepas actuales contienen mucho más THC que las de antes.

Predisposición

Existen personas más sensibles a los efectos del cannabis que otras, por lo que es más fácil que desarrollen una dependencia al cannabis que otras. Y no solo eso. Dicha sensibilidad suele traducirse en síntomas bastante más severos del síndrome de abstinencia. Esta predisposición suele ser genética.

Entorno

La presión social puede ser muy poderosa. Por mucho que alguien decida reducir su consumo, llega un momento en el que la insistencia de quienes nos rodean puede ser demasiada. No solo consumimos de nuevo, sino consumimos más. Además, el entorno social también significa mayor acceso al cannabis.

Abuso

Evidentemente, es más factible que alguien con un historial de abuso a otras sustancias desarrolle una dependencia al cannabis también.

¿Qué es el síndrome de abstinencia?

Es posible que, cuando alguien desarrolle una dependencia al cannabis (o alguna otra sustancia), quiera dejar de consumir de golpe. Este método suele conducir al síndrome de abstinencia.

Este consiste en una serie de síntomas—reacciones físicas, pero también psicológicas—que dificultan la abstinencia. Esto se debe a que los diversos procesos del cuerpo se acostumbran a los compuestos de la sustancia que ha causado la adicción. Los cannabinoides, en el caso del cannabis.

¿Cuáles son los síntomas del síndrome de abstinencia?

Al igual que con la sensibilidad al cannabis, los síntomas, así como su intensidad, varían de persona a persona. Sin embargo, existe una especie de tronco común que suele manifestarse con mayor frecuencia que otros. Estos son:

  • Dolor de cabeza.
  • Insomnio, sueños vívidos o pesadillas.
  • Dificultad para concentrarse.
  • Irritabilidad.
  • Pérdida del apetito.
  • Depresión.
  • Cambios bruscos de humor.
  • Ansiedad.

Como lo mencionamos antes, no todo el que decida dejar de consumir cannabis experimenta estos síntomas; algunos otros experimentan solo un par. Sobre todo, incluso si aparecen, con la variación en su intensidad, no significa que se debe buscar tratamiento de inmediato. En la mayoría de los casos, de hecho, son llevaderos y tardan unas cuantas semanas en desaparecer. Evidentemente, si no lo hacen o son demasiado intensos, es recomendable buscar asistencia médica.

El síndrome de abstinencia incluso puede servir de advertencia: si se presentan dichos síntomas, quizá es momento de cambiar el hábito de consumo, como reducir la cantidad o la frecuencia.

¿El CBD ayuda con el síndrome de abstinencia?

El mayor interés en el CBD de los últimos años ha resultado en el descubrimiento de una diversidad de propiedades medicinales. Y, gracias a ellas, su posible aplicación en los tratamientos contra las adicciones.

El CBD reduce la ansiedad

Las propiedades relajantes del CBD pueden tratar la ansiedad causada por el síndrome de abstinencia, facilitando así mantener el consumo reducido o nulo. De la misma manera, puede ayudar a reducir otro tipo de síntomas como la irritabilidad y los problemas para dormir, como el insomnio.

El CBD reduce la incidencia de recaídas

A diferencia del THC, el CBD no es intoxicante, por lo que puede consumirse durante la abstinencia. Es posible que esta propiedad también reduzca la frecuencia con la que los consumidores regresan a consumir marihuana. Es decir, ayuda a sobreponerse al impulso de buscar consumir THC.

El CBD es antidepresivo

La depresión también ha sido asociada con el síndrome de abstinencia. Sustancias como el CBD ya se utilizan para tratar males como la depresión, ya sea a causa de la reducción en el consumo de estupefacientes o no.

El CBD no es adictivo

Si de por sí se considera que los niveles de adicción al THC son menores que los de otras sustancias como el tabaco o el alcohol, la adicción al CBD es inexistente. Es decir, que, una vez que se termine el tratamiento de adicción a la marihuana, se puede dejar de consumir también el CBD sin problemas.

¿Debo usar CBD para tratar mi síndrome de abstinencia?

A pesar de la gran cantidad de estudios, los tratamientos de adicciones que incluyen el consumo de CBD todavía están en una etapa experimental. Aún no se conocen las consecuencias a largo plazo que éstas podrían tener. Si se decide intentarlo, siempre es recomendable hacerlo bajo la supervisión de un profesional de la salud.

La adicción al cannabis es una realidad que no debe subestimarse. Aunque el síndrome de abstinencia puede ser manejable, es crucial reconocer los factores que contribuyen a la dependencia y tomar medidas preventivas. El CBD se presenta como una opción prometedora para aliviar los síntomas de abstinencia, pero se necesita más investigación para comprender sus efectos a largo plazo. Si decides usar CBD para tratar la adicción, hazlo bajo la supervisión de un profesional de la salud. La educación y la conciencia sobre estos temas son esenciales para un consumo responsable y seguro.