Retos del Cambio Climático para el Cannabis
El Cambio Climático es a la mayor amenaza que se enfrenta el mundo- La principal causa del cambio climático es el calentamiento global, y tiene múltiples consecuencias negativas en los sistemas físicos, biológicos y humanos. La Tierra cuenta con el efecto invernadero, el cual es un proceso natural que permite a la Tierra mantener las condiciones necesarias para albergar vida. El problema es que cuando aumenta la emisión de gasas de efecto invernadero a la atmósfera, retiene mas calor del necesario provocando que la temperatura aumente.
El cambio climático pone en peligro la flora y fauna de la Tierra, incluyendo por supuesto los humanos. De igual manera esto aumenta las sequías, incendio, muerte de especies de animales y plantas, desbordamiento de ríos y lagos, así como huracanes, terremotos, tornados y fenómenos meteorológicos mucho mas fuertes.
Gracias al Cambio Climático, la industria Cannábica también se esta enfrentando a ciertos retos ya que decenas de estudios realizados comprueban que el cultivo de cannabis en interior es insostenible debido al alto consumo energético y la huella de carbono que provoca, por lo que es necesario cultivar cannabis en el exterior y esta sujeto a las inclemencias del cambio climático.
Cada territorio y situación es diferente, pero en todas los productores de cannabis han tenido que adaptarse y hacer frente a los retos del cambio climático, en Estados Unidos por ejemplo se enfrentan constantemente a temporadas de incendios forestales que son cada vez mas largas, a huracanes y tornados, por lo que cada lugar tienen que extremar las precauciones y proteger los plantíos.
De igual manera el cannabis también puede ayudar en el Cambio Climático, ya que absorbe hasta 30 toneladas de CO2 por hectárea, el cual es uno de los principales causantes de la aceleración en el calentamiento global, por lo que cultivar cannabis podría ayudar en el cambio climático y disminuir alguno de estos efectos, pero sin duda el cannabis seria una excelente opción para el secuestro de carbono atmosférico.
Imagen: OSCE