¿A qué pruebas son sometidos los productos de cannabis?

Cuando se legaliza el cannabis, no significa que habrá productos en venta al día siguiente. Más bien, la legalización inicia un complicado proceso de regularización en el cual se establece a qué pruebas se someten los productos de cannabis para asegurar que su consumo sea seguro para los futuros consumidores.

¿Por qué se someten a los productos de cannabis a pruebas?

Someter a pruebas a los productos de cannabis es una práctica común en lugares donde estos han sido legalizados. Forma parte de la regulación que garantiza, entre otras cosas, la seguridad para los consumidores, similar a otros mercados, como el alcohol o el tabaco.

Gracias a estas pruebas, los consumidores tienen acceso a información precisa, frecuentemente impresa en los empaques, sobre el contenido del producto que están comprando. Esta información debería detallar los químicos del producto, el proceso de cultivo y, sobre todo, su intensidad, es decir, el porcentaje de THC en comparación con el CBD y otros cannabinoides.

Con frecuencia, vemos los beneficios de este tipo de regulaciones. En las noticias, no es raro enterarse de que un fabricante, ya sea alimenticio o automotriz, retiró alguno de sus productos porque representa un riesgo para los consumidores. Por otro lado, cuando un producto es ilegal, no está sujeto al mismo escrutinio que, sin exagerar, salva vidas.

Aunque el COVID-19 ha acaparado la atención, es fácil olvidar que en 2019 hubo otra epidemia. El mercado de vaporizadores y cigarrillos electrónicos, hasta entonces no regulado, se vio en el centro de una epidemia de enfermedades respiratorias, con 86 muertes solo en Estados Unidos. Gracias a la regulación, hoy en día es mucho más seguro consumir este tipo de productos.

¿En qué consiste la regulación?

Somos impacientes, lo que nos lleva a creer que si se legaliza el cannabis el miércoles en alguna parte del mundo, el jueves ya se podrá comprar y consumir. En realidad, en la mayoría de los lugares, una vez que se vota por despenalizarlo, tarda un año o hasta un año y medio hasta que los productos de cannabis estén disponibles al público. Se requiere de una enorme organización antes de que esto suceda.

Evidentemente, lo primero es establecer quién se encargará de regular el mercado. En lugares donde el cannabis medicinal ha sido previamente legalizado, la misma agencia se encarga del cannabis recreativo. En otros lugares, la tarea se le encomienda a la agencia que regula otras sustancias recreativas como el alcohol o el tabaco. Por ejemplo, de ocurrir en México, el cannabis recreativo seguramente sería regulado por la COFEPRIS.

Una vez creada o expandida la agencia responsable, se organiza el mercado con la distribución de licencias o permisos a distintas entidades, las cuales les permiten desde cultivar, producir y comerciar con este tipo de productos. Estas licencias no son definitivas y, en ocasiones, son revocadas. Los laboratorios encargados de probar los productos también requieren de estas licencias.

¿A qué pruebas son sometidos los productos de cannabis?

Las pruebas a las que se someten los productos de cannabis varían de acuerdo con las leyes establecidas previamente por el órgano que regula su mercado y la salud pública. La preocupación central es la seguridad de los consumidores, aunque también abarcan otras cosas como prácticas legales de comercio.

En general, estas pruebas se dividen en categorías. Las más comunes abarcan los contaminantes químicos, microbiológicos y físicos de los productos de cannabis, así como su potencia. También es común que se observe su perfil bajo el microscopio, es decir, qué cannabinoides y terpenos contienen específicamente.

A veces, además de las pruebas gubernamentales obligadas, los fabricantes someten a sus productos a pruebas extra, llevadas a cabo por laboratorios independientes. Esto generalmente les da el derecho de presumir que se preocupan porque sus productos sean seguros.

Potencia

La potencia mide el contenido de THC de los productos y se expresa como un porcentaje. La flor suele contener de 15 a 25%, dependiendo de la cepa. Mientras tanto, los extractos y concentrados, que separan a los cannabinoides del material de la planta, contienen entre 50 y 80%.

Las pruebas de potencia no se centran solo en el THC; incluyen otros cannabinoides como el CBD, THCA, CBDA, etc. La idea es darle todas las herramientas al consumidor para que dosifique su cannabis correctamente.

Contaminantes químicos

Por muy natural que parezca, el cultivo de cannabis suele incluir el uso de productos químicos, ya que a menudo hay que eliminar plagas, hongos o curar enfermedades. Existen pesticidas naturales o sintéticos. Cualquiera que se utilice debe ser eliminado antes de la cosecha. Las pruebas a las que se someten los productos de cannabis se aseguran de que no tengan algún residuo.

Las plantas también pueden absorber metales pesados del sedimento o incluso de las repisas donde se deje secar.

Cuando se trata de solventes, los residuos químicos suelen provenir de aquellos con los que se extraen los cannabinoides de la planta; es decir, butano, propano u otro. Sobra decir que estos representan un riesgo para la salud.

Contaminantes microbiológicos

Los contaminantes microbiológicos incluyen todo ser vivo que interactúa con la planta durante su crecimiento, como las bacterias. Mientras algunas son beneficiosas, el cannabis también es susceptible a ser invadido por E. Coli, salmonela y demás, que pueden absorber del sedimento contaminado.

El moho, por otro lado, es un enemigo común y fácil que pase desapercibido y llegue a los productos de cannabis, y su ingesta puede ser muy dañina.

Contaminantes físicos

Esto significa, básicamente, cadáveres de insectos. Tarde o temprano, todo agricultor debe deshacerse de alguna plaga, que suelen dejar todo tipo de residuos en ellas. Los restos y huevecillos son los más comunes, pero las pruebas físicas también buscan otros elementos orgánicos, como cabello humano o heces de roedores.

Perfil de terpenos

Dependiendo de la cepa, el cannabis tiene sabores y aromas distintos. Estas pruebas aseguran que el consumidor compre precisamente el producto que está buscando. Además, también contribuyen al contenido de cannabinoides que contienen los productos de cannabis. Estas pruebas no suelen ser requeridas por la ley y generalmente se aplican por laboratorios independientes.