¿Cómo afectan los psicodélicos al cerebro?
Todos creemos tener una idea de cómo funcionan los psicodélicos porque los hemos visto funcionar en la cultura popular. Miles de consumidores ficticios en películas, series y otros medios ven colores, formas y otras distorsiones de la realidad por un periodo determinado de tiempo. Por supuesto, esto no explica ni de cerca precisamente cómo afectan los psicodélicos al cerebro. Para empezar, lo hacen en más de una manera.
Los psicodélicos afectan los receptores de serotonina
Parecido al cannabis, los psicodélicos activan distintos receptores del cerebro y otras partes del cuerpo. Como lo sugiere el nombre de los psicodélicos serotoninérgicos—como el LSD, la psilocibina y mescalina—éstos interactúan con la serotonina.
La mayor concentración de estos receptores se encuentra en la corteza cerebral, que usamos para interpretar el mundo que nos rodea, incluyendo cómo pensamos y la comprensión del lenguaje. Pero los psicodélicos hacen que estos receptores se activen en desorden, lo que resulta en la experiencia tan particular del viaje psicodélico. La percepción—incluyendo la táctil—se intensifica y el paso del tiempo se distorsiona.
También afectan los receptores de dopamina
Además de activar los receptores de serotonina, psicodélicos como la mescalina—que se extraen del peyote—, activan los de la dopamina al mismo tiempo. La dopamina es un neurotransmisor que goza de fama por su fuerte vínculo con nuestra capacidad de sentir placer y bienestar. La mescalina aumenta estas sensaciones, además de las antes mencionadas. Esto puede ser una grave desventaja.
La liberación recurrente y prolongada de dopamina puede llevar a la adicción. La producción normal del cerebro se vuelve insuficiente para que el consumidor experimente placer y debe recurrir de nuevo a los altos niveles que causa la droga. Aunque los estudios sugieren que la mescalina no eleva los niveles de dopamina lo suficiente como para causar adicción, igual toma tus precauciones.
Los psicodélicos afectan la ketamina
Una de las funciones de la ketamina parece ser regular la producción de glutamato. Cuando su producción aumenta, causado por el consumo de psicodélicos, también aumenta la comunicación entre las neuronas, y se comunican con distintas regiones del cerebro. Por eso, el glutamato ha sido vinculado a condiciones como la depresión (menos glutamato, más depresión) y, por lo tanto, este tipo de psicodélicos podrían ser utilizados para tratarla.