¿Cómo funcionan los cafés neerlandeses?
Si hay algo que el público en general cree saber de los Países Bajos, por cómo funcionan los cafés neerlandeses, donde puedes comprar cannabis directo del mostrador, es que ahí la marihuana es legal. Sin embargo, esta es una idea errónea, e incluso dichos establecimientos están sujetos a sanciones.
El cannabis es legal en Países Bajos, ¿no?
Este es un error común. Muchos creen que en los Países Bajos—y, sobre todo en Ámsterdam, su capital—el cannabis es totalmente legal. Es uno de los datos más populares del país y, sin embargo, no es cierto.
En Países Bajos, como en muchos otros países, el cannabis continúa siendo ilegal. Esto incluye su venta, su cultivo y su consumo. Sin embargo, mientras que en Estados Unidos se considera altamente adictivo y sin ninguna aplicación médica, aquí se cree que su riesgo es bajo.
Esto fue la causa de que, hace décadas, se adoptara una política de tolerancia para el consumo personal y algunos establecimientos comerciales.
¿El cannabis es legal en los cafés neerlandeses?
Entonces se implementó un sistema de tolerancia legal por medio de licencias. Los cafés que la tuvieran podían vender cannabis, aunque fuera ilegal, y las autoridades lo permitirían. Fue parte de un esfuerzo por separar su venta del de las drogas duras.
Sin embargo, esto no quiere decir que se haya legalizado. Las autoridades aún tienen el derecho de confiscar el cannabis de cualquier usuario, aunque no ocurre con frecuencia y este tipo de faltas son consideradas delitos menores.
¿Cómo funcionan los cafés neerlandeses?
Su comercio no es totalmente libre; los cafés deben seguir algunas reglas. No pueden vender más de 5 gramos y, evidentemente, la venta a menores de edad está estrictamente prohibida.
Tampoco pueden anunciar abiertamente que venden cannabis. Esto ha resultado en una simbología. Las banderas rastafari y las palmeras suelen indicar que en ese establecimiento tienen licencia para comerciar con cannabis.
Evidentemente, esta tolerancia es solo para el cannabis. Los cafés tienen prohibido vender otras drogas o sustancias, incluyendo alcohol. Tampoco puede haber disturbios, por lo que, más de uno, han prohibido el acceso a turistas, algo que pueden hacer legalmente.
Cualquier falta a estas directrices puede resultar en varias penas; desde obligarlos a cerrar por unos meses hasta permanentemente.
