La diferencia entre compuestos intoxicantes y psicoactivos

La diferencia entre compuestos intoxicantes y psicoactivos

Seguramente has oído hablar de compuestos intoxicantes, así como de compuestos psicoactivos. Generalmente, estos dos términos son intercambiables y se usan libremente. Suele decirse, por ejemplo, que el THC es psicoactivo, a diferencia del CBD. Sin embargo, esto es incorrecto—el CBD también lo es. Y es que estos términos significan algo específico. Para evitar malos entendidos o explicaciones erróneas, aquí te contamos cuál es la diferencia entre los compuestos intoxicantes y psicoactivos.

¿Qué son los compuestos psicoactivos?

En realidad, sería extremadamente difícil encontrar una sustancia cotidiana que no sea psicoactiva. Y es que esta es la clasificación más amplia de todos los compuestos.

Se considera psicoactiva a cualquier sustancia que altera la manera en la que te comportas naturalmente, sin ningún tipo de estímulo. Es decir, totalmente sobrio. Es una clasificación tan amplia que incluye cosas como el café, la Coca-Cola y demás productos que consumimos para sentirnos más activos.

¿Qué son los compuestos intoxicantes?

Los compuestos intoxicantes, por otro lado, alteran nuestras funciones más a fondo: nuestra capacidad de percibir la realidad, de aprendizaje, de cognición y comportamiento. También afectan nuestras funciones motoras. Todo, en comparación a nuestro estado inalterado o sobrio.

El alcohol, por ejemplo, es una sustancia que es tanto intoxicante como psicoactiva. El THC y el CBD que contiene el cannabis son psicoactivos, pero solamente el THC es intoxicante.

¿Cómo se clasifican los compuestos intoxicantes y psicoactivos?

En resumen, la diferencia entre los compuestos intoxicantes y psicoactivos es que todos los compuestos intoxicantes son psicoactivos, así que dicha clasificación abarcaría solamente a estos últimos.

Suelen clasificarse de acuerdo a los efectos que producen, así como a la manera en la que interactúan con los diversos receptores de nuestro cerebro a nivel molecular.Y es que no todos lo hacen de la misma manera. Esta clasificación resulta en rubros para acomodar las drogas psicodélicas, como el LSD, la psilocibina y la mescalina; las empatógenas, como el éxtasis; y las disociativas, como la fenciclidina y la ketamina.