La diferencia entre los aerosoles de THC y los de CBD
Los aerosoles son una novedosa forma de consumir cannabis sobre la cual aún se conoce poco. Existen dos variedades, correspondientes a los cannabinoides más populares de la planta de marihuana. Pero, ¿cuál es la diferencia entre los aerosoles de THC y los de CBD? Todo tiene que ver con cómo interactúa cada uno con el sistema endocannabinoide.
¿Qué son los aerosoles de cannabis?
Con una creciente aceptación, poco a poco vemos nuevas e innovadoras formas de consumir cannabis. Era solo cuestión de tiempo antes de que alguien ideara un producto en aerosol, similar al Afrín, es decir, en una botellita con un atomizador.
Las diminutas gotas que este expulsa bañan la piel de las fosas nasales, las cuales están casi directamente conectadas con el torrente sanguíneo y el sistema endocannabinoide. En otras palabras, a diferencia de los comestibles o las cápsulas, los aerosoles de cannabis surten efecto inmediatamente, más parecido a un porro o las gotas sublinguales.
Aún se están investigando sus posibles aplicaciones, ¿son para uso recreativo, medicinal o ambos? Sin embargo, ya existe una variedad importante de aerosoles de cannabis: los de THC y los de CBD.
¿Cómo funcionan los aerosoles de THC?
Aunque pueda parecer increíble, estructuralmente el THC es prácticamente idéntico a los endocannabinoides, es decir, los cannabinoides que el cuerpo produce naturalmente. Cuando lo consumimos, entonces, tiene la capacidad de acoplarse a los receptores del sistema endocannabinoide a la perfección.
Al “disfrazarse” de endocannabinoide, el THC provoca una especie de confusión de señalizaciones entre dicho sistema y el cerebro. Como resultado, experimentamos sus curiosos efectos, como que todo nos parezca gracioso o sentir hambre aunque acabemos de comer. De aquí provienen, también, sus efectos medicinales, como reducir la inflamación o las náuseas.
¿Cómo funcionan los aerosoles de CBD?
Contrario al THC, el CBD no se parece a los endocannabinoides en nada. Sin embargo, eso no le impide intentar acoplarse a los mismos receptores. Al no encajar en absoluto, en lugar de confundir las señalizaciones, las bloquea y evita que el cuerpo lleve a cabo algunas funciones.
Un ejemplo muy claro es el papel que juega en el tratamiento de la depresión. El CBD puede bloquear la orden cerebral de que es momento de desintegrar la dopamina (que mejora el humor) y esta permanece más tiempo en el cuerpo.