Drogas disociativas y empatógenas

Drogas disociativas y empatógenas

Las drogas disociativas y empatógenas son sustancias psicoactivas que alteran la percepción y las emociones de quienes las consumen. Las disociativas inducen una sensación de separación del entorno e incluso del propio cuerpo, mientras que las empatógenas aumentan la empatía y la conexión emocional con los demás.

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Drogas disociativas

¿Qué son las drogas disociativas?

Las drogas disociativas son sustancias que alteran las percepciones visuales y auditivas, produciendo sentimientos de aislamiento o separación del entorno y del propio individuo. En otras palabras, pueden provocar una sensación de desconexión con la realidad, lo que lleva a experiencias que algunos describen como viajes fuera del cuerpo, extracorporales. Se utilizan tanto con fines recreativos como en contextos terapéuticos de naturaleza experimental.

Mecanismo de acción

La manera como actúan es bloqueando los receptores NMDA del cerebro, los cuales están involucrados en funciones como la memoria, el aprendizaje y la percepción del dolor. Al inhibirlos, las drogas disociativas alteran la distribución del neurotransmisor glutamato, afectando la comunicación neuronal y provocando las sensaciones características de disociación.

Efectos y riesgos

El consumo de disociativos puede llevar a experiencias como despersonalización, alucinaciones, manía, catalepsia, analgesia y amnesia. Estos efectos pueden variar según la dosis y la susceptibilidad individual. Además, su uso recreativo conlleva riesgos importantes que incluyen la posibilidad de desarrollar trastornos psicológicos y físicos. Un uso frecuente o en dosis elevadas puede generar pérdida de memoria, dificultad para concentrarse y alteraciones cognitivas a largo plazo.

Ejemplos de drogas disociativas

  • Ketamina: Se utiliza en medicina como anestésico, pero también se usa de forma recreativa por sus efectos disociativos y alucinógenos.
  • PCP (fenciclidina): Conocido como “polvo de ángel”, fue desarrollado como anestésico pero se prohibió por sus efectos adversos.
  • Dextrometorfano (DXM): Se encuentra en medicamentos para la tos y puede generar efectos disociativos en dosis altas.

Drogas empatógenas

¿Qué son las drogas empatógenas?

Las drogas empatógenas, también conocidas como entactógenas, son sustancias que producen experiencias emocionales caracterizadas por un aumento de la empatía, la sociabilidad y la conexión emocional. Un ejemplo destacado es la MDMA, comúnmente conocida como éxtasis, que se ha popularizado en entornos recreativos y en estudios sobre salud mental.

Mecanismo de acción

Estas sustancias actúan aumentando la liberación de neurotransmisores como la serotonina, dopamina y norepinefrina en el cerebro. Este incremento provoca sensaciones de bienestar, empatía y euforia. Sin embargo, su alteración puede tener consecuencias adversas para la salud mental y física, especialmente cuando se consumen de manera frecuente.

Efectos y riesgos de las drogas empatógenas

El consumo de empatógenos puede resultar en efectos como aumento de la sociabilidad, amabilidad y empatía. Sin embargo, también pueden provocar efectos secundarios negativos, especialmente cuando se consumen con frecuencia y/o en dosis altas. Entre los riesgos se encuentran la deshidratación, hipertermia, ansiedad, insomnio y depresión debido al agotamiento de serotonina en el cerebro.

Ejemplos de drogas empatógenas

  • MDMA (éxtasis): Es el empatógeno más conocido y utilizado en fiestas y terapias experimentales.
  • MDA: Similar al MDMA pero con efectos más alucinógenos y una mayor duración.
  • 5-APB y 6-APB: Derivados sintéticos con efectos similares al MDMA, aunque menos investigados.

Consideraciones legales y terapéuticas

El estatus legal de las drogas disociativas y empatógenas varía según la jurisdicción. Algunas de estas sustancias están controladas debido a sus potenciales efectos adversos y riesgos para la salud. Sin embargo, en los últimos años, ha habido un interés creciente en investigar el uso terapéutico de ciertas drogas psicodélicas y disociativas para tratar afecciones médicas, incluidos los trastornos mentales.

Actualmente, la MDMA está siendo investigada para el tratamiento del trastorno de estrés postraumático (TEPT) en ensayos clínicos. La ketamina ha sido aprobada en algunos países para tratar la depresión resistente. A pesar de estos avances, el consumo recreativo de estas sustancias sigue siendo ilegal en muchos lugares y puede conllevar riesgos graves para la salud.