Los dos efectos de los parches transdérmicos

Los dos efectos de los parches transdérmicos

efectos de los parches transdérmicos

Sabemos qué son los parches transdérmicos. También, cómo funcionan a grandes rasgos; que son capaces de penetrar la piel hasta el torrente sanguíneo. Lo que no sabemos, sin embargo, es cómo lo hacen; algo que ningún otro tópico de cannabis puede hacer. Aquí te contamos de los dos efectos que los parches transdérmicos tienen en los cannabinoides.

¿Qué son los parches transdérmicos?

Entre las maneras de consumir cannabis, los parches transdérmicos es, quizá, la menos convencional. Son parches que se adhieren a la piel sobre una zona venosa para que liberen cannabinoides, sean absorbidos por la piel y transportados hasta el torrente sanguíneo.

Hay de una variedad de cannabinoides. Existen los de THC y CBD; pero, también, de CBN, CBG y THCA, entre muchos otros. Además, otros parches contienen mezclas de éstos en diferentes índices, similar a como funcionan las cepas de cannabis.

Dos efectos de los parches transdérmicos: potenciadores

¿Cómo pueden, entonces, los parches transdérmicos penetrar la piel y llegar hasta el torrente sanguíneo? En realidad, lo hacen por dos efectos que los parches tienen en los cannabinoides. El primero es no ser un ecosistema idóneo para ellos.

Es decir, las condiciones de los parches están diseñadas para que quieran mudarse a la primera oportunidad. Esto se conoce como potenciadores, los cuales, para definirlos con otras palabras, aumentan la permeabilidad de la piel.

Dos efectos de los parches transdérmicos: portadores

Los portadores son el segundo efecto; también llamados, a veces, vehículos. Por sí solos, los cannabinoides no pueden penetrar la piel. Ésta es extremadamente efectiva, precisamente, para impedir el paso de sustancias ajenas al cuerpo, como las toxinas del aire. Para contrarrestar esto, se agregan sustancias a los parches que son, a su vez, muy efectivas para penetrarla piel y, al mismo tiempo, a la que los cannabinoides pueden acoplarse.

Por todo lo anterior, los parches transdérmicos deben estar hechos con un balance casi exacto entre estos dos efectos: un ambiente estable para que los cannabinoides sobrevivan, pero inestable para que quieran migrar con ayuda de los portadores.