El cáñamo y sus diferencias con la marihuana

El cáñamo y sus diferencias con la marihuana

El cáñamo es famoso por dos razones: una, que es una planta prima del cannabis; y dos, que es legal. Sin embargo, eso suele ser todo lo que la mayoría de las personas saben de él. Muchos no saben, por ejemplo, que de esta variedad de Cannabis sativa se pueden extraer cannabinoides, ni tampoco que sus semillas son altamente nutritivas. Por eso, vale la pena repasar qué es exactamente el cáñamo y cuáles son sus diferencias con la marihuana.

¿Qué es el cáñamo?

Cannabis sativa es una especie de planta de la que se derivan dos muy parecidas, pero con usos muy distintos: la marihuana y el cáñamo. A pesar de ser muy similares, hay una diferencia esencial que permite distinguirlas. El cáñamo contiene niveles casi nulos de THC, el componente psicoactivo que, si se consume, resulta en los efectos más conocidos de la marihuana.

Durante milenios, la especie humana ha utilizado ambos tipos de plantas. Mientras que la marihuana era utilizada con fines espirituales y médicos, el cáñamo siempre ha tenido un lugar en la industria, especialmente la textil. La fibra que se obtiene de sus tallos es uno de los materiales más antiguos para fabricar ropa, telas, cuerdas, papel y hasta materiales de construcción.

El cáñamo también tiene aplicaciones en la dieta y la alimentación. Sus semillas son consideradas un superalimento, ya que contienen antioxidantes, fibra, ácidos grasos, entre otros nutrientes beneficiosos para la salud, al igual que la col, el salmón y los arándanos.

Otra gran distinción entre el cáñamo y las especies de cannabis con mayor contenido de THC es su estatus legal. Su cultivo y comercio suelen estar permitidos en lugares donde la marihuana aún está prohibida. Legalmente, el contenido de THC es lo que distingue una de la otra. Sin embargo, cuando se miran bajo la lupa de la botánica, esta diferencia no es tan clara.

¿Cómo se diferencia el cáñamo de la marihuana?

Bajo el microscopio, el cáñamo y la marihuana son extremadamente similares, ya que pertenecen a la misma especie de cannabis. Dado que el cáñamo se utiliza ampliamente en la industria en muchos países, fue necesario idear una manera clara de distinguirlo de la marihuana, cuyo consumo y comercio están duramente penados por la ley.

A pesar de que la Cannabis sativa contiene una gran cantidad de cannabinoides, la legislación distingue entre ellas imponiendo un límite en el contenido de THC de cada una, variando este límite en cada país. En Estados Unidos, por ejemplo, se considera cáñamo a cualquier planta de cannabis que contenga menos del 0.3%; en México, el límite es del 1%. Además, en Norteamérica se requiere una licencia para plantar, cosechar y comerciar con cáñamo.

Esta medida, hasta hace poco, parecía establecer una distinción clara entre ambas plantas, ya que se utilizan partes distintas de su anatomía. El interés en el cáñamo es por la fibra que se extrae de su tallo y ramas, además de sus semillas por su valor nutricional. El uso recreativo y medicinal de la marihuana, por otro lado, deriva de cosechar sus flores, dejando el resto del material de la planta de lado. Sin embargo, el interés en otros cannabinoides, como el CBD, el CBN y el THCV, entre muchos otros, ha complicado esta distinción, ya que también son producidos por el cáñamo.

¿Cómo se usa el cáñamo?

Parte del éxito del cáñamo, por el cual ha sido utilizado durante tanto tiempo por los humanos, es la gran cantidad de usos que se le puede dar.

En la industria textil, que tanto hemos mencionado en apartados anteriores, se utilizan prácticamente todos los tallos y las ramas, incluso las distintas capas de éstos. El grosor de las fibras de las capas exteriores es variable y así se clasifican, ya que esto significa una resistencia y durabilidad distintas. Las del interior del tallo, por otro lado, se procesan para hacer materiales de construcción. Su resistencia es notable, como lo sabe cualquiera que haya utilizado una prenda hecha con cáñamo.

Además del valor nutricional de sus semillas, en épocas más recientes se ha descubierto otro uso del cáñamo, ya que de él se ha podido extraer CBD. El CBD es otro de los cannabinoides del cannabis, como el THC. Sin embargo, dado que no es psicoactivo, su uso está permitido en muchos lugares donde la marihuana es legal, siempre y cuando su extracción sea pura. Sus propiedades permiten que tenga varias aplicaciones medicinales. Por ejemplo, el CBD puede disminuir la inflamación cuando se aplica como tópico, y contribuye a disminuir los síntomas de la ansiedad, por lo que se está estudiando su potencial como tratamiento de enfermedades mentales.

Finalmente, se puede extraer aceite de las semillas del cáñamo, el cual tiene el mismo valor nutricional y se puede utilizar para hacer ingredientes grasos, como la mantequilla. El cáñamo incluso sirve para hacer velas.

Daños del cáñamo a la salud comparados con la marihuana

Ya hemos hablado de los beneficios a la salud que contienen las semillas de cáñamo. Estas contienen una cantidad muy decente de ácidos grasos omega-6 y omega-3. Entre muchos otros beneficios, éstos son especialmente útiles para la salud del cerebro, ya que retardan su inevitable deterioro.

A pesar de que es posible extraer CBD del cáñamo, existe un gran inconveniente en el proceso. Al igual que ocurre con el THC, esta variedad del cannabis contiene cantidades bajas del resto de los cannabinoides. Por lo tanto, para que sea suficiente para la fabricación de los productos que se derivan de él, se deben agregar otros aditivos. Esto podría hacer que compuestos dañinos terminen en ellos, como el caso de los solventes industriales.

Adicionalmente, se cree que los productos de CBD son más efectivos cuando se combinan con THC. Para que los productos que solo contienen CBD tengan el mismo efecto, habría que consumir mayores cantidades. Como resultado, podría hacer más factible experimentar efectos secundarios.