¿El cannabis puede causar psicosis?

¿El cannabis puede causar psicosis?

El cannabis puede causar psicosis

Hay que aceptarlo: el cannabis puede causar psicosis. Y ésta no suele ser un mal fugaz, sino uno perdurable; uno que, incluso, puede llegar a requerir ayuda médica. Esto tiene una explicación fisiológica. Parece haber una razón lógica de por qué algunos parecen tener mayor predisposición a los efectos negativos del THC que otros.

¿El cannabis puede causar psicosis?

Ya son muchos estudios los que concluyen que sí: el cannabis puede causar psicosis. Además, la evidencia anecdótica tan extensa es innegable. Aunque esto suele ocurrir con las sobredosis, no es un requisito indispensable. En una gran cantidad de reportes, los consumidores reportaron experiencias psicóticas tras consumir sus dosis normales.

Más alarmante aún, estas experiencias no siempre se desvanecen junto con los efectos del cannabis. A veces, toman horas o días—a veces más. A veces, también, se requiere algún tipo de tratamiento para superarlas.

¿Por qué el cannabis causa psicosis?

Cada quien reacciona a los compuestos del cannabis de manera distinta. Por lo tanto, algunas personas son más susceptibles al THC—el compuesto psicotrópico del cannabis.

Dicha sensibilidad tiene una explicación. Hay distintas versiones de los CB1, por lo que funcionan de manera ligeramente distinta. Esto significa que las reacciones de los sistemas cannabinoides a la presencia de THC y demás cannabinoides son únicas. Los de algunos usuarios, simplemente, son más susceptibles al lado malo del cannabis.

Cómo evitar los malos viajes

Como el cannabis tiende a exacerbar sentimientos, tu medio ambiente y humor al consumir puede cambiar significativamente tu experiencia. Si estás de mal humor o preocupado, siempre es recomendable calmarte y meditar un poco antes del primer golpe. Otra máxima del consumo de cannabis es hacerlo en un lugar conocido y seguro, como tu casa, la de un amigo o similares.

También hay maneras de aminorar un mal viaje. Distráete, ya sea con una película, un videojuego o, si no estás demasiado intoxicado, con un paseo a pie. Si te encuentras acompañado, pídele a alguien de confianza que te eche un ojo y te reconforte constantemente.

Lo más importante: si los efectos no pasan después de unas horas, no dudes en consultar a un médico.