Estudio: el consumo de cannabis en el embarazo
Es inútil negarlo: el cannabis tiene sus riesgos, y promoverlo como un remedio que no daña la salud para nada perjudica su legalización. El consumo de cannabis en el embarazo, por ejemplo, ha aumentado, especialmente en adolescentes, por esa percepción errónea. Sin embargo, esto puede tener serias consecuencias.
El consumo de cannabis en el embarazo
Las personas embarazadas que consumen cannabis suelen hacerlo por sus propiedades medicinales; porque ayuda a aliviar síntomas como las náuseas y la ansiedad, ambas de las cuales son prominentes durante el embarazo. Sin embargo, esto pone al feto en peligro.
El cannabis interactúa con el sistema endocannabinoide, que tiene receptores por todo el cuerpo. Así que, sin importar el método de consumo, puede atravesar las paredes de la placenta y ser transmitido al feto en desarrollo.
¿Cómo afecta el cannabis al feto?
Por los estudios realizados, desde hace tiempo se sabe que el consumo de cannabis puede dañar a los cerebros en desarrollo. Es decir, en términos más reales, los de niños y adolescentes. Y estos daños pueden no manifestarse sino hasta décadas más tarde.
La exposición al cannabis previa al nacimiento puede interrumpir la comunicación entre las redes cerebrales que controlan el control de la atención. Esto puede derivar en trastornos de comportamiento o mentales, como la depresión. Un estudio de los Institutos Nacionales de Salud norteamericanos observó el comportamiento de niños a lo largo de una década para llegar a dicha conclusión.
El consumo de cannabis en el embarazo aumenta
Los estudios también han descubierto que muchas personas consumen cannabis durante el embarazo. De hecho, 1 de cada 4 adolescentes lo hace. Es posible que no sabían que estaban embarazadas cuando admitieron consumir cannabis y que, una vez que lo descubrieron, lo suspendieron. Pero muchas continúan.
De hecho, desde el año 2000 el consumo de cannabis entre adolescentes norteamericanos ha aumentado un 245 por ciento. En 2022, casi un tercio de estudiantes adolescentes afirmaron haber consumido cannabis en el último año.
Y es que muchas organizaciones pro-cannabis lo pintan como un hábito sin ninguna consecuencia y muchos adolescentes siguen esa narrativa. La verdad, como ahora sabemos, es que tiene efectos negativos, razón por la cual solo es legal para adultos.
Muchas otras fuentes promueven, más bien, un consumo responsable.