Las dosis bajas de cannabis
Con frecuencia, se cree—por sus detractores, sobre todo— que el hábito del cannabis es una constante búsqueda para consumir mariguana cada vez más potente. De hecho, uno de los argumentos contra del consumo del cannabis más popular es que es una droga “de entrada” para estupefacientes más potentes. Pero, aunque el desarrollo de la mariguana sí ha visto un incremento en potencia, los consumidores parecen preferir dosis bajas de cannabis.
El cannabis alto en THC no es muy popular
El cannabis de ahora es muy diferente al que se fumaba escuchando lo último de Jefferson Airplane. Desde entonces, se han empleado un sinfín de métodos para su cultivo que potencien o aprovechen algunos elementos específicos sobre otros. Esto, junto con el estudio de su genética, ha llevado a los agricultores a cruzar tipos y cepas distintas resultando en algunos cannabis realmente potentes.
Como una competencia—porque los humanos somos una especie bastante simple a veces—lo que más se ha buscado en el cultivo de cannabis parece ser alcanzar aquél con más y más potente THC, el cannabinoide intoxicante de la planta. Tanto, que, en la década de los ochenta, el cannabis tenía un índice de 4% de THC, mientras que, en 2012, este ya era del 15%. Desde que su venta se volvió legal en algunos estados de Estados Unidos, algunas tiendas especializadas comercian con cepas que alcanzan 20 ó 30% de THC.
Sin embargo, no son las cepas más populares. The Cannabist es un diario que trata exclusivamente temas relacionados con el cannabis. En él, el autor Jake Browne, que también se desempeña como comerciante de cannabis, relata que la mayoría de los consumidores prefieren dosis moderadas en vez de aquellas con un alto contenido intoxicante.
En los Países Bajos, donde el cannabis ha sido legal por décadas, se vivió un incremento en índices de THC a principios de la década del 2000; pero este ha ido disminuyendo constantemente a lo largo de los últimos 10 años.
¿Qué son los efectos bifásicos?
Solemos creer, sobre medicamentos y otras sustancias, que, entre más los consumamos, van a actuar más rápido y mejor. En realidad, es todo lo contrario. Las dosis que recetan los doctores tienen una razón de ser y el cannabis no es diferente.
Al leer los efectos secundarios de un medicamento que, por ejemplo, combate la ansiedad, uno se puede encontrar con algo que parece una gran ironía: su consumo exagerado puede provocar ansiedad. El alcohol es otro buen ejemplo. Beber un trago puede ayudar a aliviar el estrés y ayudarnos a socializar, mientras que su consumo exagerado puede tornarnos agresivos—por algo se llama beber un trago.
Estos son efectos bifásicos: diferentes dosis producen efectos opuestos.
Los efectos bifásicos del cannabis
El cannabis también tiene efectos bifásicos. Una dosis baja de cannabis puede ser muy efectiva para tratar males mentales, como la ansiedad. Sin embargo, consume una dosis alta en THC—especialmente si tienes baja tolerancia, como consumidores primerizos—y es posible que sufras condiciones relacionadas de cerca con la ansiedad, como la paranoia.
Estos efectos bifásicos son tan pronunciados que incluso se recomienda usar cannabis alto en CBD para contrarrestar la ansiedad y paranoia producida por el cannabis alto en THC.
Mientras los efectos como la ansiedad y paranoia suelen desaparecer después de un rato, hay otros que pueden permanecer por largo tiempo. Algunos estudios han sugerido, por ejemplo, que una mezcla de THC y CBD puede ser útil en el tratamiento de enfermedades degenerativas como el Alzheimer. Sin embargo, también se sabe que un consumo constante y pronunciado de THC puede resultar en lagunas mentales y pérdida de la memoria.
Las dosis bajas de cannabis son preferibles
Es por esto por lo que se recomienda usar cannabis en dosis bajas y moderadas. Diversos estudios han mostrado que, además, es lo que parece preferir el consumidor promedio. Si bien las dosis muy bajas no son muy populares, ya que se está buscando un tipo de efecto, tampoco lo son las demasiado altas. Esto parece indicar que el THC tiene un límite, arriba del cual sus efectos simplemente no son disfrutables.
Generalmente, en nuestro mercado moderno de cannabis, con tantas variantes, expertos y regulaciones (a diferencia de décadas pasadas que fumabas lo que podías), se recomienda que los consumidores se informen bien sobre el cannabis que van a consumir. A quienes nunca lo han probado, se les recomienda que no empiecen fumando, sino con un medio distinto—los consumibles de gramaje bajo. Ingiere 1mg y espera qué efecto te causa antes de ingerir otro.
Muchos consumidores usan el cannabis para potenciar su concentración y creatividad, por lo que una dosis alta en THC, que los prive totalmente de la conciencia, simplemente no es algo deseable.
Experimentos con otros cannabinoides
Además del THC, el cannabis contiene CBD. Al no ser intoxicante, este cannabinoide solía ser ignorado por preferir al químico que causaba el “viaje”. Sin embargo, en tiempos más modernos, se experimenta mucho con CBD para crear cannabis con niveles balanceados de CBD y THC que no sea intoxicante, o provoque una intoxicación reducida; cepas que cada vez son más populares.
Además del CBD y el THC, que son los más prominentes, hay otros cannabinoides presentes en el cannabis. También se está experimentando con otros cannabinoides de la mariguana y así, poco a poco, terminando con la era de cannabis con índices tan altos de THC como sea posible.