¿Los shrooms son adictivos?
Los alucinógenos, el tipo de droga al que pertenecen los shrooms, cada vez son más aceptados. Recientemente fueron legalizados en un par de estados de Estados Unidos y sus propiedades se están estudiando para crear nuevos tratamientos en medicina. Su consumo lúdico también está ganando cada vez más aceptación, así que lo mejor es responder, desde ahora, si los shrooms son adictivos.
¿Qué son los shrooms?
Los alucinógenos son sustancias cuyo consumo provoca ver y escuchar cosas que no están allí. Existen varios tipos, desde los que crecen en la naturaleza, como los hongos alucinógenos o shrooms, hasta las sustancias creadas en un laboratorio.
Actualmente, por sus efectos, la mayoría de los gobiernos del mundo los clasifican como drogas peligrosas. Es decir, que son altamente adictivas y no tienen ninguna aplicación médica. Sin embargo, esta percepción está empezando a cambiar, pues estudios recientes han descubierto que tienen propiedades que potencialmente pueden usarse en medicina.
Entonces, ¿los shrooms son adictivos?
Como ocurre con el cannabis, la respuesta es un frustrante sí y no.
Sí, es posible que los shrooms—y otros alucinógenos—causen adicción. Algunas personas pueden desarrollar dependencia emocional por consumirlos para lidiar con las presiones de la vida diaria, lo cual puede dificultar reducir o interrumpir su consumo.
Sin embargo, hasta ahora no hay evidencia concreta de que causen dependencia física. O sea, no parecen alterar alguna función del cuerpo que reduzca su efectividad cuando la presencia de shrooms se anule.
Aunque—es necesario aclararlo—los estudios sobre este tipo de sustancias todavía son pocos y se requieren más para poder afirmar algo realmente concreto. Como siempre, deben consumirse con responsabilidad para estar seguros.
Cómo tratar una sobredosis de shrooms
Aunque no sean adictivos, sí es posible consumir demasiados shrooms. Aunque se usan para combatir males como la ansiedad, una dosis demasiado alta puede producir efectos opuestos, que pueden causar hasta paranoia y males físicos, como el vómito.
La mejor medida es, primero, no entrar en pánico: las sobredosis de shrooms no son mortales. De ser posible, encuentra a alguien que no esté bajo los mismos efectos para que te tranquilice. Desgraciadamente, sus efectos pueden durar varias horas, así que mantente tranquilo e hidratado.