Cómo hacer mantequilla de semillas de cáñamo

Cómo hacer mantequilla de semillas de cáñamo

mantequilla de semillas de cáñamo

Un sinnúmero de recetas lleva mantequilla de cannabis. Sin embargo, también se puede hacer mantequilla con semillas de su primo, el cáñamo. Evidentemente, ésta no tendrá los mismos efectos psicotrópicos (a menos que se los agregues con otros ingredientes), pero, al ser un superalimento, sí tiene muchos beneficios nutricionales.

¿Qué es la mantequilla de semillas de cáñamo?

Como generalmente se compra en el súper, pocos saben que es muy sencillo hacer mantequilla en casa, y esto se comprueba con esta receta de mantequilla de semillas de cáñamo. No se requieren herramientas especializadas o siquiera tu propia vaca; solamente un procesador de alimentos y saber lo que estás haciendo.

A diferencia de la mantequilla de cannabis, lo más probable es que los ingredientes de esta receta son legales en el lugar donde vives—incluso se pueden conseguir en línea. Eso sí, no esperes los mismos efectos intoxicantes. Sin embargo, hay una muy buena razón por la que la popularidad del cáñamo haya aumentado tanto en épocas recientes. Es un superalimento que se utiliza en todo tipo de platillos. Esta mantequilla, por ejemplo, es un excelente sustituto de la crema de cacahuate.

Ingredientes

Para hacer mantequilla de semillas de cáñamo necesitas, obviamente, semillas de cáñamo. Como mencionamos antes, se consiguen fácilmente.

Azúcar—puedes usar granulada o, incluso, infusionada con cannabis—, y sal. También necesitas aceite; puede ser de cualquier tipo, de coco o de cáñamo. Al igual que el azúcar, puede estar infusionado con cannabis si quieres que tu mantequilla surta los efectos del cannabis.

Cómo hacer mantequilla de semillas de cáñamo

Precalienta el horno a 204º centígrados y cocina las semillas de cáñamo de 8 a 10 minutos, agitándolas cada 3 a 5 minutos, hasta que se doren. Sácalas del horno y apártalas hasta que se enfríen—no las metas al refrigerador.

Viértelas dentro de un procesador de comida y añade el azúcar y la sal. Acciona el procesador en intervalos de 60 a 90 segundos hasta pulverizar las semillas. Una vez hechas polvo, cambia los intervalos a 5 a 10 segundos cada vez hasta que se forma una especie de masa.

Si se hicieron grumos, desmorónalos y, a continuación, añade el aceite. Muele la mezcla de nuevo hasta alcanzar una consistencia cremosa o mantequillosa. Si quieres agregar ingredientes extra (dulces o salados), ahora es el momento.

Almacena en el refrigerador.