¿Qué es exactamente la flor del cannabis?
A veces, al sumergirnos profundamente en temas altamente especializados, como la fabricación de concentrados, por ejemplo, nos olvidamos de los temas más obvios y comunes. ¿Qué es exactamente—por ejemplo—la flor del cannabis? La respuesta, que podría ser obvia a primera vista, rápidamente se complica cuando consideramos la variedad de nombres que esta tiene. También, su gran variedad de aplicaciones, así como las plantas de las que proviene. Vale la pena revisar, entonces, todo lo que concierne a la parte más importante de la anatomía del cannabis.
Los diversos nombres del cannabis
Ya sea por consumirlo o por cultivarlo (o escribir sobre él), un entusiasta del cannabis de pronto empieza a usar suficientes términos referentes a la planta como para escribir un glosario sin darse cuenta. Uno habla y opina sobre tricomas y terpenos; sobre extractos y concentrados; sobre esta o aquella cepa como parte de su conversación cotidiana. Tanto, que es fácil olvidarse de los términos más obvios y sencillos.
Cada uno de esos términos—y el resto, que no podemos listar aquí sin terminarnos el espacio para este artículo—se refiere a algo específico. Ahora que la aceptación del cannabis se está extendiendo tanto, y se está legalizando en tantos lugares, es indispensable saber qué significan.
Muchos usan “cannabis” y “marihuana”, por ejemplo, como términos intercambiables, pero no son la misma cosa. Lo mismo ocurre con los ya mencionados extractos y concentrados. Mientras que esta rotación de términos no tendría gran impacto en una conversación cotidiana, en una dispensaria o un café puede diferenciar entre productos. Por ello, lo mejor es empezar desde el principio.
¿Qué es exactamente la flor de cannabis?
La flor de cannabis es, para acabar pronto, la parte de la marihuana que se utiliza para el consumo humano, ya sea que se le dé un uso recreativo o medicinal. Por muy obvia que pueda llegar a parecer esta respuesta, este término, tan simple, puede llegar a causar todo tipo de confusiones, pues no es el único nombre que recibe.
Afrontémoslo: a lo último que se parece esta llamada flor del cannabis es a una flor. No tiene pétalos que rodean un pistilo de colores brillantes, o, más bien, no los tiene de la manera en la que estamos acostumbrados a visualizar una flor. Ni siquiera es del todo agradable, estéticamente. Más bien parecen piedras o uvas pasas: objetos comprimidos de los que emergen tiras de diversos colores (dependiendo de la cepa) y que son pegajosos al tacto.
Los españoles y otras partes del mundo donde se habla español se refieren a ellos como cogollos. Sin embargo, este término no es totalmente correcto, ya que significa “brote”, y las flores del cannabis son eso: flores, totalmente maduras. Sin embargo, esta tendencia se repite en inglés, idioma en el que se le suele llamar bud o nug.
¿Qué usos tiene exactamente la flor del cannabis?
Dado lo mencionado en el apartado anterior, aquí nos seguiremos refiriendo a los brotes totalmente crecidos como la flor del cannabis. Entonces, ¿qué usos tiene exactamente la flor del cannabis?
Aunque se pueden consumir las ramas y las hojas, la flor es la parte del cannabis que principalmente se consume. En otras palabras, se muele con un molino para llenar el interior de los porros o colocar en la cazoleta del bong.
Y es que en la flor se encuentra la mayor cantidad de tricomas. Esas pequeñas estructuras que secretan una sustancia que contiene, entre otras cosas, los cannabinoides, como el THC y el CBD, además de muchos otros. Por eso, las flores también se utilizan para fabricar otros productos de cannabis, como los concentrados, los extractos y los aceites para vapeadores. Incluso para hacer comestibles la flor es indispensable.
¿Todas las plantas de marihuana dan flores?
Como especie, el cannabis tiene una particularidad que no es tan común en el mundo vegetal: hay plantas que tienen órganos sexuales femeninos y otras con órganos masculinos.
Solo las plantas hembra producen flores, ya que son parte fundamental de su ciclo sexual, con el que—como el resto de los seres vivos—aseguran la continuidad de su especie. Las flores, por ejemplo, producen semillas, que, una vez que la planta llega al final de su ciclo de vida, caen a la tierra, o son transportadas por insectos, y producen plantas nuevas.
A nadie le gusta encontrar semillas en sus porros o bongs, y menos aún, masticarlas. Generalmente, es preferible consumir flores que no han sido fecundadas. Es por eso que las plantas macho se separan de los cultivos: una sola que expulse polen puede arruinarlo totalmente. En vez de eso, las macho se utilizan para la reproducción de cepas específicas o la creación de nuevas.
Las diferencias entre las flores sativas, índicas e híbridas
Todo el cannabis del mundo proviene de una de dos especies de la misma planta—sativas o índicas—, o bien, de una combinación de ambas. Antes, se creía que los efectos de las flores de cada una dependían de la especie de la que provenían. Es decir, que las flores sativas daban efectos eufóricos y energéticos, mientras que los de las índicas eran más relajantes e introspectivos. Con la gran variedad de mezclas que existen en la actualidad, esta diferencia se considera totalmente obsoleta.
Si hay una característica que las distingue es, simplemente, su silueta. Las plantas índicas son de menor estatura y más frondosas, mientras que las sativas son altas y delgadas; las flores de cada una suelen tener las mismas diferencias. Sin embargo, igual que con los efectos, la mezcla tan generalizada de ambas ha hecho que las híbridas sean la especie más común y que sativas e índicas sean prácticamente indistinguibles.
La diferencia, más bien, es regional. Es decir, que una cepa determinada cultivada en una parte del mundo como Estados Unidos tenga efectos distintos a la misma cepa cultivada en Europa.
En pocas palabras, no existe mucha diferencia si la flor del cannabis provino de una índica, de una sativa o de una planta híbrida. Su genética marca una diferencia mayor, así como la manera en la que fue cultivada; en qué tipo de sedimento creció, en qué clima, y si lo hizo en un cultivo interno o externo.