¿Qué es la MDMA y para qué sirve?
La MDMA es un alucinógeno. Con su redescubrimiento en el campo de la salud mental vinieron los estudios para comprenderlos y recetarlos. Entre ellos, aquellos dedicados a responder qué es realmente la MDMA y para qué sirve.
¿Qué es la MDMA?
Con frecuencia se confunde a la MDMA con el Éxtasis; sin embargo, aunque están vinculadas, no son precisamente la misma cosa.
El nombre completo de la MDMA es 3,4-metilendioximetanfetamina y es uno de los componentes del Éxtasis, que también contiene otros químicos para su producción en masa. Por sí sola, la MDMA es tan segura que podría tener una aplicación médica.
Aunque su popularidad creció en la década de los 80, con el advenimiento de las discotecas modernas y la música electrónica (que le da la percepción de ser producida artificialmente), la MDMA se origina, como muchas otras sustancias para consumo humano, de una planta. El safrol es un aceite esencial que se extrae de la corteza del sasafrás. Con un número de procesos químicos, éste, entonces, se sintetiza en lo que conocemos como MDMA.
Por extraño que parezca, antes ya se habían estudiado las propiedades de la MDMA para su posible aplicación en el campo de la medicina. En la segunda década del siglo XX, la compañía farmacéutica alemana Merck fue la primera que la sintetizó para fabricar medicamentos para controlar el sangrado.
La medicina moderna dejó dichas medicinas en el olvido hasta los setenta, cuando tuvo un resurgimiento y se empezó a estudiar su posible aplicación en el campo de la psicología.
Se llevaron a cabo varios experimentos—no del todo legales—con humanos. Se descubrió que sus efectos no solo hacían que los pacientes tuvieran un diálogo más abierto con sus terapeutas. También parecían acceder y comprender mejor sus propios males.
Además, la MDMA parecía promover su empatía, y muchas de las sesiones terapéuticas terminaban en abrazos. Poco tiempo después, la sustancia dejó los consultorios de psicología y encontró su camino al público en general—y, más adelante, a discotecas y raves.
¿Qué efectos tiene la MDMA?
La MDMA es un entactógeno. O sea, aumenta los sentimientos emocionales y sociales. De hecho, el término está relacionado de cerca con el término “conmover”.
Es decir, el consumo de esta sustancia aumenta la empatía y los sentimientos de cercanía a los demás, promoviendo así el buen comportamiento social. No es solo por suerte que sea la droga recreativa predilecta de los raves y demás eventos sociales masivos.
Estos efectos han conducido a nuevos experimentos—ahora, legales—destinados a averiguar sus posibles aplicaciones médicas en la medicina moderna. Entre otras cosas, quienes han probado MDMA reportan un aumento de energía y mejoría del humor; una mayor capacidad de concentración, claridad mental y, finalmente, reducción de ansiedad.
La MDMA sirve para aumentar los niveles de serotonina
Hay una muy buena razón por la que aparecen aquellos sentimientos de conexión con el entorno social y mayor empatía hacia los demás. Principalmente, la MDMA eleva los niveles de serotonina, un neurotransmisor. Y, además, evita que se reabsorba. Es decir, una vez que la serotonina ha transmitido sus mensajes, sus niveles no disminuyen.
Como neurotransmisor, la serotonina es precisamente lo que regula todos esos sentimientos. Al grado que se le ha bautizado como “la hormona de la felicidad”. Por ello, el humor del consumidor mejora y siente esa conexión especial con los demás. O sea, se encuentra en éxtasis.
Pero su consumo debe ser regulado, pues dichos efectos pueden conducir a otros problemas. El cerebro necesita tiempo para producir más serotonina y el consumo excesivo de MDMA puede agotar sus reservas. El consumidor, entonces, siente una “cruda” que puede llevar fácilmente a la depresión. Buscando restablecer su sentimiento de bienestar, esto también puede conducir al consumidor a la adicción.
Otros efectos de la MDMA en el cerebro
La serotonina no es el único neurotransmisor afectado por la MDMA. Ésta también aumenta la producción de noradrenalina y dopamina. La noradrenalina provoca un mayor sentimiento de alerta y concentración. La dopamina, por otro lado, aumenta la seguridad en uno mismo, así como la hiperactividad y la agresión.
Además, la MDMA reduce la actividad de la amígdala. Ésta es la región del cerebro que se encarga de regular los sentimientos de miedo y supervivencia. Esto explica por qué podría tratar condiciones como la ansiedad.
Finalmente, aumenta la producción de oxitocina, una hormona cerebral que juega un rol en los sentimientos de confianza, empatía y atracción sexual.
¿Para qué sirve la MDMA?
Por todos estos efectos, como en la década de los setenta, se están estudiando las posibles aplicaciones de la MDMA en terapias de salud mental. Junto con otros alucinógenos, poco a poco se va legalizando su uso para poder llevar a cabo estudios y pruebas clínicas.
Por ahora, se cree que la MDMA podría jugar un rol muy importante en el tratamiento del Estrés Postraumático, la depresión y la ansiedad. Sobre todo, ansiedad en pacientes con necesidades especiales, como aquellos con alguna condición terminal o adultos con autismo.
También podría ser de gran utilidad para condiciones como el trastorno obsesivo-compulsivo, el abuso de sustancias, los desórdenes alimenticios y ayudar a aquellos con ideas o intenciones suicidas.