Cómo cultivar cannabis en exteriores

Cómo cultivar cannabis en exteriores

Definitivamente, cultivar cannabis en exteriores tiene algunas ventajas por sobre cultivar en interiores. Generalmente es más “natural”, y hasta automático, ya que la madre naturaleza hace casi todo el trabajo. Sin embargo, no está exento de cuidados y consideraciones.

Ventajas de cultivar cannabis en exteriores

Quizá la mayor diferencia entre cultivar cannabis en exteriores e interiores sea el impacto a tu cartera. Evidentemente, el equipo para dar luz, aire y humedad a las plantas en interiores no es necesario en exteriores. Esto se reflejará en tu cuenta de luz a final de mes y tiene un menor impacto ambiental.

Cultivar cannabis en exteriores, además, tiene la ventaja del espacio. Las raíces crecen más, lo cual resulta en plantas—y cosechas—más grandes. Solemos imaginarnos al cannabis como una planta pequeña, pero eso no es necesariamente cierto. En un cultivo externo donde no están restringidas por el espacio, pueden alcanzar los 3 metros de alto—solo imagínate el tamaño de brotes en una planta de tal tamaño.

El espacio ayuda a distribuir mejor las plantas y evitar que se ensombrezcan unas a otras, lo cual puede reducir el tamaño final del cultivo. Además, el cultivador puede moverse más libremente entre ellas para regarlas y podarlas. 

El clima para poder cultivar cannabis en exteriores

Generalmente, el cannabis es una planta tropical (aunque depende de la cepa), pero aun así debes considerar ciertas cosas antes de decidirte a iniciar un cultivo externo.

La temperatura, por ejemplo, es clave. El rango es bastante amplio: entre 12 y 30º centígrados son perfectos para que crezca el cannabis. Cualquier cambio duradero, como los frentes fríos o las olas de calor, pueden significar problemas para tus plantas.

Para crecer sano, el cannabis necesita 6 horas de luz directa al día. En cultivos internos se usan lámparas en una posición fija; pero, en los externos, hay que usar el sol, que—como sabemos—se mueve. Y, con él, las sombras, que van modificando su forma y tamaño conforme transcurre el día. Puede ser difícil encontrar un lugar con tantas horas de luz ininterrumpida.

El viento refresca a las plantas y ayuda a prevenir males como los diversos tipos de moho; sin embargo, como todo, su exceso es perjudicial para el cannabis. Es necesario encontrar un lugar donde sople una brisa constante sin que esta sea lo suficientemente fuerte como para dañar las plantas.

¿Dónde puedo instalar mi cultivo externo?

Quizá sea más sencillo encontrar un espacio para un cultivo externo en el campo o zonas menos urbanizadas; pero, para quienes viven en grandes ciudades, como la Ciudad de México, esto puede complicarse.

Muchos lo hacen en el jardín de su casa. Si se tiene el espacio, esto puede ser muy conveniente; pero también tiene sus desventajas. No es recomendable, por ejemplo, usar cualquier tierra sin estudiarla primero. Además, es muy posible no tener acceso a 6 horas de sol diarias.

También es popular plantar en balcones y techos por medio de macetas. Es más factible que allí el sol sí pegue el tiempo necesario, sobre todo si se trata de un balcón alto con vista hacia el sur, pero el espacio puede ser reducido. Los techos suelen ser más extensos, pero el viento puede ser perjudicial.

Cabe recordar que, aunque cada vez es más aceptado, el cannabis todavía no es totalmente legal y mucha gente aún lo ve con desconfianza y desagrado. En general, los cultivos externos están muy expuestos a la vista de los demás.

Tierra

La tierra es el principal medio de cultivo en los cultivos externos, mismas que deben contener los elementos correctos para el crecimiento sano de las plantas—no es solamente que sobrevivan, sino que den la mejor cosecha posible.

Antes mencionamos que no se recomienda usar la tierra de tu jardín sin antes mandarla a hacer pruebas. Estas te dirán qué elementos contiene y, sobre todo, su pH. Una alternativa es cavar agujeros en la tierra y llenarlos con tierra para cultivo. Si sí sabes de qué elementos está compuesta la tierra, entonces lo más seguro es que tengas que usar nutrientes y/o fertilizantes.

Nutrientes y fertilizantes

La función de los nutrientes es empujar al cannabis para que de la mejor cosecha posible al complementar los nutrientes que ya se encuentran en la tierra. Por eso, cuáles usar y en qué cantidad depende totalmente del sedimento. Algunos cultivadores más experimentados incluso mezclan fertilizante, nutrientes y tierra antes de plantar y así interferir lo menos posible durante el ciclo de la planta.

Es recomendable empezar con fertilizantes orgánicos que se consigan fácilmente, como en tiendas locales o en línea. No usar marcas comerciales ni aquellos para cultivos interiores.

Como regla general, si no estás seguro de cuánto fertilizante o nutrientes usar, empieza con poco. Es mejor ir ajustando las cantidades de acuerdo a cómo reaccionan las plantas que a tratar de corregir un problema por haber usado demasiados.

Sobre todo, siempre es muy informativo hablar con otros cultivadores en la misma área donde vives, y ahora, con las redes sociales, esto se ha vuelto mucho más sencillo.

Macetas y contenedores

Alternativamente, se puede plantar cannabis en macetas o contenedores sin importar que se trate de un cultivo externo. Su principal ventaja es que pueden moverse, así que, si el sol no da en un punto específico de tu jardín, puedes “perseguirlo” moviendo las macetas.

Sin embargo, hay que tener en cuenta que el sol genera temperatura y afecta a las plantas y, sobre todo, a las raíces, así que el material de tus contenedores es importante. Algunos, como la cerámica, es un buen aislante, pero muy pesado para estarlo moviendo. Todo depende de las desventajas con las que puedes lidiar.

También hay que considerar que las plantas que crecen en macetas generalmente son más pequeñas que las que crecen libres en la tierra, porque sus raíces no tienen tanto espacio.