Cómo identificar y evitar el moho en el cannabis
Si tienes tu propio cultivo, es indispensable aprender cómo identificar y evitar el moho en el cannabis, ya que ésta, quizá, es la amenaza más seria que enfrenta cualquier agricultor. No solo porque puede poner en peligro la cosecha entera, sino porque, si pasa desapercibido, puede poner en peligro la salud de quien lo consuma.
Los peligros del moho en el cannabis
Entre tantas amenazas a las que se enfrenta el cultivo de cannabis—incluyendo el clima adverso, las dificultades normales de cuidar plantas y hasta un consumo prohibido—el moho es posiblemente la más seria. Y es que, desde que se asoma el primer brote de la primera semilla hasta que se termina la última flor o retoño, es vulnerable al moho.
El moho se reproduce por esporas, por lo que, una vez que aparece, es capaz de infectar a todas las plantas a gran velocidad. A diferencia de las plagas, las señales de que tus plantas están infectadas son generalmente discretas y pasan desapercibidas. Lo peor del caso es que también pueden poner en riesgo los cultivos futuros, ya que las esporas pueden sobrevivir y esperar a que plantes otra vez.
Al cultivarlo, la amenaza del moho no desaparece; de hecho, el peligro aumenta. Éste puede aparecer en cualquier momento durante el secado, curado y almacenado y, de no atenderse, representa un gran peligro para la salud. Sobre todo al fumarlo, las esporas y demás material nocivo puede causar males como infecciones respiratorias y pulmonares.
Existen reportes de por lo menos dos muertes atribuibles al consumo de cannabis infectado con moho, aunque es posible que también se deba al daño que causa fumar. Sin embargo, nunca está de más ser precavido.
Cómo identificar el moho en el cannabis al comprarlo
En lugares donde la venta de cannabis es legal existen comercios como dispensarios que están sujetos, por ley, a ciertas normas de control de calidad. Quienes viven en esos lugares deberían estar bastante a salvo—en principio, por lo menos—de adquirir productos con moho.
La nariz es el sentido más útil para identificar y evitar el moho en el cannabis. Todos conocemos ese aroma tan desagradable y los empaques sellados se prestan a detectar cualquier peste al abrirlos. Sobra decir, sin embargo, que no todos los dispensarios o comercios te dejan abrir los productos para olfatearlos, lo cual puede dificultar el proceso.
Si compras tu marihuana directamente de los agricultores es más fácil. Algunos, incluso, ofrecen un toque o dos de un porro para que puedas probar el producto. El aroma y sabor a moho, en este caso, sería inconfundible.
Características de las flores sanas
Cuando están sanas, las flores de cannabis tienen maneras de anunciarlo: sus pistilos tienen colores brillantes y no tienen manchas. Aunque penetrante, su aroma es muy característico; no importa que se trate de cepas distintas. Es muy diferente a un mal olor o peste.
Finalmente, el cannabis es naturalmente pegajoso gracias a los tricomas. Sin embargo, es una viscosidad muy característica; las flores suelen permanecer firmes (más o menos, dependiendo de su especie). Cuando están demasiado suaves y presentan una viscosidad extraña pueden estar infestadas de moho y/o podridas.
Señales de la presencia de moho
Dependiendo de la especie del moho, pueden tener distintas características. Sin embargo, hay algunas señales universales que pueden ayudarnos a identificar y evitar el moho en el cannabis. Las flores con un especial mal aroma y/o consistencia pueden estar infectadas. Sin embargo, también hay señales visuales.
Una lámpara de luz negra es una herramienta muy efectiva para localizar moho durante el cultivo, ya que las esporas brillan y se colorean de verde bajo su luz. También puede manifestarse con estructuras blancas o grises, como telarañas, aunque a veces son cafés o hasta negras. También pueden parecer pelusas en lugar de una telaraña.
El polvo blanco, como si hubieran espolvoreado azúcar glas sobre las flores, también puede ser señal de la presencia del moho.
Finalmente, pueden aparecer manchas en las flores de un color oscuro, como negro o verde.
La mejor medida para evitar el moho en el cannabis es la prevención
Una vez que aparece, el moho representa un enorme peligro para el cultivo, por lo que hay que deshacerse de él lo antes posible y, después, limpiar bien la zona para asegurarse que no quedó ni una espora. Por eso, la mejor manera de evitar los peligros del moho en el cannabis es atacar antes de que aparezcan.
La principal causa del moho, como lo habrás sospechado, es la humedad. Y, al ser una planta, el cannabis está expuesto a ella durante todo su ciclo de cultivo. Mientras crece, es indispensable revisar las plantas a diario para notar cualquier cambio en ellas. Hay agricultores que usan lupas o microscopios de bolsillo para revisar de cerca cualquier sospecha.
El primer paso, una vez cultivado el cannabis, es deshojarlo. El deshoje en húmedo—es decir, separar las flores de las hojas mientras éstas siguen estando frescas—reduce considerablemente la aparición de moho durante el secado. Durante éste, es indispensable usar las herramientas apropiadas, como una red, y tener una ventilación adecuada.
El curado consiste en introducir las flores a frascos de conservas para exacerbar su aroma y sabor. Sin embargo, durante este proceso también pueden desarrollar moho muy fácilmente. Para evitarlo existe el “burping”: el proceso de destapar los frascos diariamente por un par de minutos para que se ventilen.
Finalmente, hay que almacenar el cannabis en frascos bien tapados y en lugares frescos, oscuros y secos—y nunca en el refrigerador. Adicionalmente, existen productos que absorben el exceso de humedad de las flores para garantizar, de una vez por todas, que no aparezca este invitado tan indeseable.