Plagas: las cochinillas algodonosa y marrón

Plagas: las cochinillas algodonosa y marrón

las cochinillas algodonosa y marrón

Las cochinillas algodonosa y marrón son plagas que, para empezar, son difíciles de detectar. Pero, además, no solo se alimentan de las plantas, sino que las vuelven vulnerables a las enfermedades, el moho, y hasta ser atacadas por otros tipos de plagas.

¿Qué son las cochinillas algodonosa y marrón?

Ambas, evidentemente, son especies de cochinillas. La marrón tiene un cuerpo blando que es originaria principalmente de Centroamérica. La cochinilla algodonosa, por otro lado, puede identificarse por la sustancia con la que protegen sus huevecillos, que es blanca y esponjosa, como el algodón. Ambas prefieren los climas calurosos y secos y pueden reproducirse muy rápido. Cuando atacan pueden encontrarse principalmente en los nudos.

Afecciones de las cochinillas algodonosa y marrón

Las cochinillas son, en esencia, vampiros. Es decir, perforan a las plantas con su boca y succionan sus nutrientes. Esto no solamente las marchita, sino que les deja una herida abierta que las hace más vulnerables a contraer enfermedades e infecciones. Al tener menos nutrientes, las combaten con menor—o nula—efectividad.

Además, producen una sustancia llamada melaza que, por su sabor azucarado, puede atraer a otras plagas, como las hormigas o, incluso, especies de moho.

Cuando consideramos, además de todo lo anterior, que las cochinillas se replican a gran velocidad, a tal grado que duplican su población en sólo cinco días, entendemos inmediatamente el tamaño del problema.

Cómo combatirlas

La única manera de detectar a las cochinillas algodonosa y marrón es revisar las plantas frecuente y consistentemente. Una medida para evitarlas es con un cultivo asociado. Los rosales alrededor del cannabis, por ejemplo, forman una barrera que entretiene a las cochinillas y facilita el localizarlas antes de que alcancen el cannabis. Otras plantas pueden atraer depredadores que ayuden a prevenir una plaga de cochinillas.

Una vez que aparecen solo se pueden eliminar con insecticidas y pesticidas. Para mantener la seguridad de la cosecha—y del consumidor—, lo mejor es usar métodos naturales.

El aceite de nim es un remedio que, además, no afecta a los insectos beneficiosos; solo a las plagas. También se puede disolver tabaco en agua y jabón (biodegradable), u orégano y hojas de helecho, y aplicar la mezcla directamente a la zona afectada con un atomizador.