Los tricomas del cannabis
De todas sus partes, los tricomas del cannabis quizá sean los más importantes. Y es que, ahí es donde se encuentran los tan codiciados cannabinoides y terpenos, las sustancias que nos causan sus efectos y le dan su aroma y sabor. Por eso se han inventado tantas técnicas y procesos para preservarlos. Y ese es solo el uso que nosotros, consumidores, elegimos darles. En realidad, existen por razones totalmente distintas. Antes de ser cultivados y almacenados para el consumo humano, por ejemplo, juegan un papel indispensable en la supervivencia de la planta.
¿Qué son los tricomas del cannabis?
Si alguna vez has manipulado cannabis habrás notado que es pegajoso; te queda una sustancia en los dedos que, a veces, hasta puede dificultar la fabricación del porro sin rasgar el papel o romper la misma flor. Si te has fijado de cerca, habrás visto que está cubierto de pequeñas protuberancias, como hongos de cristal.
Estos son los tricomas que, a pesar de su tamaño tan reducido, quizá sea la parte más importante del cannabis; la que más debes cuidar si eres agricultor. Ahí es donde están los cannabinoides y los terpenos. O sea, las sustancias que nos causan sus efectos y las que le dan su peculiar perfume.
El cannabis no es la única planta que tiene tricomas. Estos pequeños cristales tienen una gran variedad de funciones. En otras, incluso funcionan como su estómago.
Función de los tricomas
Nuestra fascinación por las plantas carnívoras incluso ha alcanzado a la cultura popular y, gracias a la fascinación que nos causan, todos conocemos la existencia de los tricomas. Los documentales sobre naturaleza no resisten mostrarnos a un pobre insecto quedarse pegado sobre una planta carnívora antes de ser atrapado y digerido. Estamos viendo a los pegajosos tricomas en acción. Para nuestra fortuna, su función en el cannabis es menos… monstruosa.
Cuando el cannabis florece, los tricomas le sirven para defenderse de insectos y demás depredadores. Su desagradable olor y sabor amargo les avisa que no son una buena opción para el almuerzo. Es más, hasta podrían ser venenosas—mejor ni se acerquen. También la protegen de los hongos, otro ser vivo ante el cual el cannabis es vulnerable durante todo su cicle de vida.
Por último, cumplen la misma función que los impermeables: protegen a la planta del viento y la lluvia, así como del exceso de luz solar y los rayos UV.
Los diferentes tipos de tricomas
A pesar de que los tricomas vienen en una variedad de tipos—tres, principalmente—, la mayor diferencia entre ellos radica en su tamaño y contenido.
Los tricomas bulbosos son tan pequeños que no se pueden ver a simple vista. Sin embargo, cubren casi toda la superficie de la planta.
Los sésiles capitados ya cuentan con esa estructura de hongo, con un tallo y una cabeza, así como una mayor presencia que los bulbosos.
Los pediculados capitados son los más grandes; podemos verlos a simple vista. Su cabeza ya es una glándula que produce cannabinoides y terpenos.
Ciclo de vida de los tricomas
El ciclo de vida de los tricomas del cannabis está totalmente sincronizado con el de la planta; duran y maduran al mismo tiempo. Por eso, además de contener los cannabinoides y terpenos tan esenciales, también juegan un papel indispensable en la cosecha.
Durante la mayor parte de su vida, los tricomas parecen pequeños cristales transparentes. Sin embargo, al madurar, cambian de color. Se nublan, y se vuelven de un tono más blanco y opaco. Más adelante, éste cambiará todavía más hasta colorearse de ámbar; o, incluso, de dorado y hasta café al envejecer.
Que cambie así de color y tono es extremadamente útil, ya que sirve de alarma para el agricultor que la planta—y los mismos terpenos—son lo suficientemente maduros y es momento de cosechar. De no hacerlo, los tricomas comenzarán a descomponerse y, con ellos, los cannabinoides que llevan dentro. El resultado será una marihuana de menor calidad—o hasta inservible.
Claro que su calidad no depende exclusivamente del cambio de color en los tricomas. Este es solo la manera estándar—para agricultores principiantes, digamos—de comprender y calcular el ciclo de vida del cannabis. Hay otros factores que también entran en juego.
¿De qué depende la calidad de los cannabinoides?
La calidad de los cannabinoides contenidos en los tricomas es lo que ultimadamente les da a las cepas su reputación; a sus efectos, su intensidad y características, y estos dependen de varios factores. Todo cannabis contiene tricomas, pero el cuidado que se les brinde es lo que resultará un producto de alta calidad o uno que solo sirva como abono.
La genética también juega un papel; el cannabis depende mucho de su linaje. Un clon o descendiente de una familia de tricomas sanos seguramente también los tendrá—potencialmente. Que se desarrollen eficazmente depende del agricultor.
Y es que los tricomas son extremadamente delicados. Algo tan simple como los fuertes vientos, o que sean agitados excesivamente, puede destruirlos. Por otro lado, aunque nunca se desprendan de la planta, el calor en exceso (entre otras cosas) puede destruir sus componentes. El mero contacto físico puede ser fatal para los tricomas, como anotamos al principio de este artículo.Por todo lo anterior, la manera de almacenarlo es indispensable para preservar su aroma, sabor y efectos. Curarlo y almacenarlo adecuadamente puede extender muchísimo la vida de sus tricomas. Las extracciones son otra opción. En ellas se atrapan las sustancias de los tricomas en concentrados que pueden durar años. Algunos, incluso, aseguran que duran para siempre.