Menta: protectora del cannabis
No porque un cultivo sea de cannabis debe consistir solamente de plantas de cannabis. De hecho, aquellos que incluyen varias especies de plantas son generalmente cultivos más exitosos. Por ejemplo, además de despedir un aroma muy agradable, la menta es protectora del cannabis, ya que evita los ataques de plagas y depredadores. Incluso lo protege de sí mismo.
¿Qué es la menta exactamente?
En realidad, la menta es un conjunto de diversas especies del género Mentha. Entre ellas se encuentran la menta verde, la menta de manzana y la hierbabuena, y existen muchas otras más.
Sin embargo, a todas las reconocemos por su aroma tan característico, el cual hemos disfrutado desde que nuestra especie la descubrió por primera vez. Las usamos como remedio para los males y como saborizante para todo tipo de cosas; bebidas, golosinas y hasta platillos enteros.
Y es que no es una planta muy caprichosa; es capaz de crecer en una gran variedad de ecosistemas. Algunos tipos de menta crecen en Asia y otros en Europa; unos más en África. Solamente necesitan luz y sombra, así como una fuente de agua cercana.
Es una planta perenne. Es decir, tiene un ciclo de vida bastante largo (dos años, aproximadamente), el cual le permite florecer y producir semillas más de una vez en un solo ciclo de vida. Por eso, los cultivos de menta se renuevan casi automáticamente. Esto, de hecho, resulta ser una desventaja; razón que daremos más adelante.
El aroma tan característico de la menta proviene de sus terpenos, algunos de los cuales comparte con el cannabis, como, evidentemente, el mentol. También produce mentona y cineol. Además de resultar en un perfume aromático, también beneficia a la planta del cannabis y cualquier otra que se encuentre en su vecindario.
¿La hierbabuena es menta?
Así es. Su nombre científico es Mentha spicata y, como mencionamos antes, pertenece al mismo género que la menta verde. De hecho, proviene de esta última, ya que es un híbrido: se obtiene de cruzar menta verde y menta acuática.
Desde tiempos arcaicos se emplea para remediar síntomas y condiciones del estómago y problemas respiratorios, como la simple gripe. El té de hierbabuena es uno de los más conocidos a nivel mundial y es un popular sabor de golosinas como el chicle. Es decir, el chicle de hierbabuena, técnicamente, es un chicle de menta.
Menta: protectora del cannabis
Los sistemas de defensa de la menta
Si bien usamos a la menta para perfumar todo tipo de alimentos y demás cosas por su agradable olor, la propia planta lo utiliza para un papel de una mayor importancia. Su combinación de terpenos la protege de depredadores, como los insectos que se alimentan de hojas.
En muchos casos, el aroma es suficiente para quitarles las ganas de probar un bocado, pero hay algunos que no entienden el mensaje a la primera. A ellos les espera una experiencia un tanto más desagradable. Los mismos químicos que causan el olor a menta son tóxicos y les causan cambios fisiológicos alarmantes, alterando cosas como su ciclo reproductivo y alimenticio.
En el caso de este último, disminuyen, temporalmente, su habilidad de detectar a las plantas de las que gustan alimentarse. Aunque huyan de la menta, el daño ya está hecho.
¿Por qué decimos que la menta es protectora del cannabis?
Como su aroma es el principal sistema de defensa de la menta, cualquier planta que esté creciendo cerca también se beneficia. Antes dijimos que la menta es capaz de bloquear la habilidad de los insectos de encontrar más plantas de las cuales alimentarse. Esto incluye, por supuesto, al cannabis que esté creciendo junto.
Pero no solamente eso. Los terpenos de la menta tienen una función alternativa muy curiosa. Son un sistema de alerta. Es decir, cuando son liberados por el ataque de algún insecto hambriento, las plantas de alrededor los detectan y aumentan su producción de toxinas—sus propios sistemas de defensa.
Protectora del cannabis hasta de sí mismo
Todos, incluso a quienes no les gusta la marihuana y no la consumen, saben lo penetrante que puede ser su aroma. Tanto que, una vez que entra en floración cualquiera que viva cerca puede enterarse de que alguien está cultivando cannabis.
Aunque en muchos lugares no es ilegal cultivar tu propia María, puede haber un sinfín de razones por las que no quieres que los demás se enteren. Ahí es donde entra la menta. Su aroma tan fuerte es perfectamente capaz de enmascarar el del cannabis, incluso a la distancia. Unas cuantas plantas alrededor del cannabis son suficientes.
Protectora del sabor del cannabis
Son muchas las cepas de cannabis que comparten terpenos con la menta. Sin embargo, solamente plantarlas en proximidad una de otra puede ser suficiente para que mejore su sabor.
Ya mencionamos que las plantas que crecen alrededor de la menta reaccionan a ésta; que aumentan sus perfiles tóxicos gracias a la señal de alarma que emite. Estos perfiles tóxicos (para los insectos) suelen estar compuestos de sus propios terpenos. Por ello, muchos agricultores aseguran que, al defenderse, resultará en un sabor mucho más rico que aquellas flores que no hayan crecido cerca de una planta de menta.
Menta: invasora del cannabis
A pesar de todos estos beneficios, también hay que tener ciertas precauciones si se decide plantar menta junto con el cannabis.
Al principio mencionamos que la menta es una planta perenne que, entre otras cosas, produce semillas más de una vez durante su ciclo de vida. Esto resulta en una planta altamente invasora.
Recuerda que, para su consumo, los cultivos de cannabis son casi exclusivamente de plantas hembra que no producen semillas. Si se deja a la menta crecer a sus anchas, pronto abarcará el cultivo completo y sus raíces no permitirán que crezca nada más.