Cultivo interior: plantas por metro cuadrado
Quizá no se te haya ocurrido, pero en un cultivo interior existe un máximo de plantas por metro cuadrado. Si se exagera su número y se empacan como latas de sardina, las hojas se bloquean la luz unas a otras, lo cual afecta directamente el cultivo final. En ocasiones, incluso, provoca la muerte de algunas. A pesar de esto, es un error bastante común que suelen cometer los agricultores principiantes en su entusiasmo por cultivar toneladas de flores.
¿Qué determina el número de plantas por metro cuadrado?
Una vez que se toma la decisión de tener un cultivo de cannabis en interiores, lo mejor es planificarlo bien. Una de las cosas más importantes a saber, por ejemplo, es el máximo número de plantas que se pueden tener por metro cuadrado. Si son demasiadas, quitarán luz y oxígeno unas a otras y no darán cosechas tan abundantes, si es que crecen del todo.
Son muchos los factores que determinan dicho número. El primero, obviamente, es el espacio disponible. Un cultivo interior puede ser extenso o muy pequeño, que contenga una sola maceta. Las macetas, por cierto, también son un factor, así como su forma y material. Las luces, la disponibilidad de tiempo, las técnicas de cultivo… todo esto determina el número máximo de plantas por metro cuadrado.
El espacio disponible determina su número por metro cuadrado
Evidentemente, lo primero que determina el número máximo de plantas por metro cuadrado es el espacio disponible. Este puede ser un espacio reservado en la vivienda, o bien, un armario de cultivo que se compra aparte, especialmente diseñado para cultivar marihuana.
Sin embargo, una vez que se tiene el espacio, no basta con solo medir cuántas macetas caben en él. Los cultivos en interiores suelen requerir bastante equipo. Las lámparas, evidentemente, son esenciales, pero también ocupan espacio. Los ventiladores, los filtros; todo se debe tomar en cuenta al calcular el espacio total que ocuparán las plantas antes de introducirlas.
Una vez que se ha calculado, se deben conocer las características de las plantas que se van a cosechar.
La genética de las plantas determina su número por metro cuadrado
Vistas de manera simple, las plantas de marihuana vienen en dos variedades: índica y sativa. Se deben conocer las características de ambas, pues éstas determinan el uso del espacio. Una vez que crecen, las sativas son plantas espigadas y altas con hojas delgadas. La estatura de las índicas es menor, pero son más frondosas.
Esto es muy importante, dado que la cantidad de luz que reciben las plantas durante su ciclo de vida determina el tamaño y abundancia de la cosecha. Si se bloquean la luz unas a otras —si se hacen sombra, literalmente— el resultado final será decepcionante.
Tamaño y forma de las macetas
Cuando no sabemos mucho sobre jardinería, solemos reducir las macetas a un tema meramente estético: elegimos las que “se ven bien” y nada más. Pero las macetas afectan al cultivo de muchas más maneras de lo que pensamos.
Por ejemplo, el tamaño de las plantas. La ecuación es sencilla: entre más grande la maceta, más grandes crecerán, pues las raíces tienen más espacio. En otras palabras, las macetas son parte importante de un sistema para controlar su tamaño. Las de ½ litro, por ejemplo, sirven para las plantas de no más de 15 centímetros —es decir, las plántulas—; las de 11 litros, para las que sobrepasan los 60.
Generalmente, las macetas redondas se consideran un desperdicio de espacio. Se recomienda usar recipientes cuadrados o rectangulares para aprovechar el espacio al máximo.
El entrenamiento de las plantas
Pocos saben, cuando empiezan a cultivar plantas de marihuana, que se puede controlar la manera en la que crecen. Es decir, tenemos la capacidad de dirigir hacia dónde crecen las ramas y tallos y así evitar lo más posible que se bloqueen la luz unas a otras. Existen varias técnicas de entrenamiento, las cuales tienen un impacto directo en el número máximo de plantas por metro cuadrado.
Sea of Green o SOG
De cierta manera, la técnica Sea of Green (Mar de Verde, en inglés) va en contra de todo lo que dijimos anteriormente, ya que su nombre significa empacar el mayor número de plantas posible en un espacio determinado.
La idea es forzar la floración tras solo un par de semanas de crecimiento. De esta manera, las plantas permanecen muy pequeñas y no les da tiempo de desarrollar ramas. Por lo tanto, tampoco es necesario podarlas.
Esta técnica permite meter de 4 a 16 plantas en macetas de 5 a 12 litros en un metro cuadrado.
Topping
La técnica del topping es bastante más agresiva que la anterior, pues requiere —literalmente— descabezar a la planta. Es decir, tras unas semanas de crecimiento, se corta el tallo principal.
El resultado vale la pena. Esta acción, bárbara a todas luces, provoca que la planta redireccione su energía y, con ello, crea más tallos. En lugar de seguir creciendo hacia arriba con uno solo, crece hacia los lados. Se vuelve más frondosa y los tallos estarán al mismo nivel, en vez de unos sobre otros.
Una sola planta produce varias colas y hace que el espacio disponible sea más eficiente. El topping permite una buena cosecha solo con 2 plantas grandes o de 5 a 10 plantas más pequeñas.
Mainlining y lollipopping
Tanto el mainlining como el lollipopping son combinaciones de técnicas de entrenamiento para lograr una mayor producción de flores. En ambas se cortan las ramas innecesarias para que la planta redireccione todas sus energías a aquellas que nos importan. O sea, las colas.
En ocasiones, el mainlining se combina con el topping para mejores resultados. Por esto, se puede tener un cultivo abundante con 1 sola planta grande o de 2 a 4 más pequeñas.
Entrenamiento de bajo estrés
El entrenamiento de bajo estrés es una manera menos invasiva de direccionar las ramas de las plantas. En lugar de hacer cortes, simplemente se usa un cordel o una celosía para obligar a las ramas
a crecer hacia los lados. Con esto no solo se logra una mayor cobertura de luz, sino también un cultivo abundante con solo un par de plantas.
Adicionalmente, el entrenamiento de bajo estrés es ideal para principiantes que no están listos para dañar sus plantas. Este permite un cultivo interno de 2 a 4 plantas grandes o 4 a 6 plantas medianas.