El cannabis y las enfermedades hepáticas
El cannabis puede ayudar a combatir todo tipo de condiciones y enfermedades que afectan a los órganos del cuerpo. Se está estudiando, por ejemplo, la relación entre el cannabis y las enfermedades hepáticas. Desgraciadamente, las noticias no siempre son buenas, aunque quizá aún sea muy temprano para asegurar nada.
El cannabis y las enfermedades hepáticas: fibrosis
La fibrosis es el exceso de tejido cicatricial en el hígado o el endurecimiento de los tejidos fibróticos; es decir, colágeno y fibroblastos. Esto reduce el flujo sanguíneo y su desempeño. Aunque el hígado puede repararse a sí solo, si la enfermedad es muy avanzada puede conducir fácilmente a la cirrosis.
Cuando existe la fibrosis aumenta el conteo de receptores del sistema endocannabinoide en el hígado, que suele ser bajo. Por ello, se vuelve más susceptible a los cannabinoides como el THC o el CBD. Los estudios aún son muy preliminares como para concluir si esto es beneficial o no. Y es que la activación de los receptores CB1 parece acelerar los efectos de la enfermedad, mientras que los CB2 podrían reducir el tejido cicatricial.
El cannabis y las enfermedades hepáticas: hígado graso
También llamado ENHA, el hígado graso ocurre cuando existe un exceso de depósitos de grasa. El resultado, al igual que la fibrosis, es una reducción en sus funciones con el riesgo de insuficiencia hepática.
Las conclusiones de los estudios sobre la relación entre el cannabis y el hígado graso que se han realizado hasta ahora no traen muy buenas noticias. La activación de receptores CB1 parece activar los receptores CB2. Pero, peor aún, la presencia de ambos parece provocar una acumulación mayor de grasa.
El cannabis y enfermedades hepáticas: hepatitis
La hepatitis ocurre por un virus con diversos niveles de seriedad. En los más delicados, esta enfermedad puede poner en riesgo la vida. Al igual que con la fibrosis, ocurre una acumulación de tejido cicatricial que reduce el desempeño del hígado.
Es posible, basados en los estudios que se han llevado a cabo hasta ahora, que las propiedades antiinflamatorias del cannabis ayudan a reducir la inflamación provocada por la hepatitis. Adicionalmente, considerando los tratamientos a los que se suelen someter los pacientes (que, a veces incluye quimioterapia), el cannabis podría ayudar a reducir algunos de sus efectos secundarios, como las náuseas.