Medicamentos y dieta para controlar la obesidad
Dadas las propiedades del cannabis, ya se han utilizado en el pasado para intentar controlar condiciones graves como la obesidad, que afecta significativamente a Occidente. Incluso se han desarrollado medicamentos con este propósito, aunque muchos de ellos han sido retirados del mercado. Por lo tanto, en la competencia entre medicamentos y dieta para controlar la obesidad, la segunda opción continúa siendo la preferida, y con una gran ventaja.
¿Cómo influyen los cannabinoides en el metabolismo?
El sistema endocannabinoide, compuesto por neurotransmisores y receptores, regula muchas funciones básicas del cuerpo, incluyendo el sueño, el estado de ánimo y el apetito, entre otras cosas.
Tanto los endocannabinoides (producidos por el cuerpo) como los cannabinoides del cannabis afectan el comportamiento de algunos órganos y células grasas, estimulándolos a almacenar más lípidos de lo normal. En teoría, el consumo de cannabis debería llevar a un aumento de la obesidad. Sin embargo, se ha observado que los índices de obesidad son menores entre los consumidores de cannabis.
Medicamentos para el control de la obesidad
Basados en estos hallazgos, los fabricantes de medicamentos intentaron, a principios del milenio, desarrollar un medicamento contra la obesidad basado en cannabinoides. La idea era desactivar los receptores del sistema endocannabinoide para reducir el apetito y la acumulación de grasa.
Sin embargo, la fabricación del medicamento, llamado Rimonabant, fue suspendida debido a sus efectos secundarios severos. Al desactivar los receptores CB1, no solo se afectaron los del sistema digestivo, sino también los de otras partes del cuerpo, lo que provocó ansiedad, gastroenteritis, irritabilidad e insomnio, entre otros síntomas.
La dieta para controlar la obesidad
Aparentemente, la mejor forma de tratar la obesidad sigue siendo a través de la dieta y el ejercicio. Regular la alimentación no solo conduce a la pérdida de peso, sino que también produce cambios significativos en cómo el cuerpo procesa los alimentos. Una alimentación más natural, con menos ácidos grasos dañinos omega-6 que se encuentran comúnmente en la comida rápida, parece ser especialmente beneficiosa.
Aún no existe un elixir mágico para combatir la obesidad, por lo que depende de nosotros tomar responsabilidad y prestar atención a nuestra alimentación y estilo de vida.