Afghani Bullrider
Antes de extenderse al resto de la Costa Oeste, Afghan Bullrider “estalló” en San Diego. Por sus brotes de color verde claro cubiertos de vellos anaranjados, circulan numerosos mitos sobre su original apariencia. Su fuerte olor agridulce, con un poco de la frescura del pino, acompaña a sus efectos, que van directamente al cerebro. Aumenta los pensamientos creativos y proporciona relajación física, pero sin sentir sueño.