Las diferentes temperaturas para dabbing

Las diferentes temperaturas para dabbing

El dabbing consiste en evaporar concentrados de cannabis para inhalar su vapor en un proceso que es un poco más complicado de lo que parece en un principio. Para empezar, existen diferentes temperaturas para hacer dabbing, cada una con sus beneficios y desventajas, ya que tienen un impacto directo en sus efectos.

¿De qué sirve variar la temperatura del dabbing?

Hagas dabbing con un dab rig convencional o electrónico, al controlar la temperatura alteras directamente los resultados. Las temperaturas distintas no solo pueden variar la intensidad de los concentrados, sino la manera en la que se presentan: gradual o abruptamente.

Y no solo eso. Como existen concentrados a los que se les agregan terpenos—los elementos del cannabis que le dan su olor y sabor—, las altas temperaturas pueden evaporarlos y eliminar así su propósito. Por eso, para disfrutarlos, suele preferirse un nail menos caliente.

Temperaturas bajas para dabbing

En el dabbing, las bajas temperaturas suelen estar asociadas, más que a los efectos psicotrópicos de los concentrados, a su sabor. Se disfrutan a temperaturas entre 200 y 250º centígrados porque el calor más elevado evapora los terpenos.

Sin embargo, la temperatura a la que se evaporan depende del terpeno. El cariofileno, que hierve a los 130º grados, por ejemplo, es el más susceptible; el linalool y el humuleno, a 198º, los más resistentes.

De todas maneras, los efectos psicotrópicos no tardan en aparecer; pero, a bajas temperaturas, lo hacen más gradualmente. Sin embargo, suelen dejar residuos de concentrados en el nail, por lo que muchos consumidores las consideran un desperdicio.

Temperaturas altas para dabbing

Si alguien disfruta del dabbing a altas temperaturas, lo más probable es que esté buscando efectos abruptos e intensos. Esto tiene que ver con la descarboxilación, el proceso por el cual el calor activa a los cannabinoides como el THC. Entre mayor calor, más efectiva la descarboxilación.Estas temperaturas eliminan por completo el sabor de los concentrados, o bien, incluso pueden quemarlos, algo a lo que hay que poner atención, ya que puede resultar dañino para la salud.