Cómo hacer Cheetos infusionados

Cómo hacer Cheetos infusionados

hacer Cheetos infusionados

¿Sabías que hay maneras de infusionar tus botanas favoritas con un poco de cannabis? Con esta receta para hacer Cheetos infusionados tendrás un excelente bocadillo; ya sea para disfrutar una tarde de televisión en soledad o con tu pareja, o una reunión con tus amigos más cercanos y aficionados al cannabis. Solo acuérdate de consumirlos pausadamente y con responsabilidad.

¿Qué son los Cheetos infusionados?

Los Cheetos son peligrosos. Y es que es imposible comer uno nada más. De hecho, es casi imposible no acabarse la bolsa entera viendo una película, una serie o jugando un videojuego. No solo eso, sino que, además, el polvito que sobra en los dedos te asegura ser identificado por el FBI.

Te apostamos a que no sabías, sin embargo, que es posible infusionar Cheetos con cannabis. Antes, una advertencia: precisamente porque son difíciles de dejar de comer, los Cheetos infusionados deben consumirse con mucha responsabilidad. No arriesgues un mal día por una sobredosis. Come uno o un par solamente y espera a ver cómo te afecta antes de probar el siguiente.

Ingredientes

Para preparar Cheetos infusionados de cannabis necesitas muy pocas cosas. Obviamente, Cheetos. Pueden ser del tipo que quieras; los picantes Flamin’ Hot, puffs, colmillo o los clásicos de queso.

Para la infusión, aceite de cannabis. Puedes usar de coco o mantequilla; pero, para mejores resultados, usa líquidos, como el de oliva o canola.

El aceite es suficiente para volar; pero, si quieres que sean más potentes, puedes espolvorearlos con kief.

Cómo hacer Cheetos infusionados

Precalienta el horno a 115º centígrados y separa aproximadamente 28 gramos de Cheetos—una porción. 

Elige el aceite que vayas a utilizar, y la cantidad, y mételo a una botella atomizadora o dispensadora de aceite. Forra una charola para hornear con papel encerado. Esparce la porción de Cheetos, rocíalos con el aceite y espolvoréalos con el kief. Agita la charola y repite el proceso. También puedes hacerlo echando los Cheetos a una bolsa estilo ziploc y agitándola.

Mete los Cheetos al horno y cocínalos por aproximadamente 10 minutos. Déjalos enfriar antes de comerlos.