¿Qué es la extracción por CO2?
A diferencia de plantarlo, cosecharlo y curarlo, como se hace con el cannabis que se fuma en porros, pipas o bongs, los concentrados de cannabis tienen un proceso de fabricación bastante más complicado—más industrial. El resultado son productos que contienen los mismos aceites y químicos de la flor sin el resto de la planta. Es decir, el resultado de la extracción por dióxido de carbono, o CO2, está muy lejos de ser los brotes que desmoronas para fumarlo—y es mucho más intenso.
¿Qué es la extracción por CO2?
Al consumir cannabis, ya sea fumándolo, comiéndolo o untándolo, ingerimos los mismos químicos: los cannabinoides, principalmente; pero también otros como los terpenos. Normalmente se consumen junto con la flor, que quemamos al fumarla o la molemos a una fina textura. La extracción es distinta: la eliminamos por completo.
La manera como funciona es usando un método de circuito cerrado donde se mete el cannabis a diversas cámaras y se baña con algún solvente; dióxido de carbono, en el caso de extracción por CO2. Este separa los químicos de la planta, dejando el resto del material—hojas, ramas, tallos—detrás y, por último, se eliminan los restos del solvente.
El resultado es un producto de cannabis altamente concentrado de diversas consistencias: sólido, viscoso o líquido.
¿Para qué usar CO2?
El CO2 no es el único solvente que se puede usar en la extracción; otros, más comunes, son gases como el butano y el propano. Sin embargo, el CO2, aunque menos común, tiene sus ventajas.
La mayor diferencia es que el dióxido de carbono es un elemento que existe en la naturaleza y, por lo tanto, al que estamos expuestos todo el tiempo, haciéndolo más seguro.
Como mencionamos, el último paso de la extracción es someter al concentrado a una serie de procesos para asegurarse que los solventes se evaporen por completo, o permanezcan en un índice extremadamente reducido. De permanecer, el riesgo de toxicidad con CO2 es mucho más reducido.
¿Para qué se usan los concentrados de cannabis?
Principalmente, los concentrados que resultan de la extracción por CO2 y otros solventes, pueden usarse de diversas maneras. Pueden ser agregados a otros métodos de consumo para aumentar su intensidad, por ejemplo.Sin embargo, la manera más común de consumirlos es por medio del dabbing, el cual consiste en evaporar el concentrado en una pipa similar a un bong, e inhalar su vapor.