Guía: ¿qué es la rosin y para qué sirve?
Cuando pensamos en concentrados de cannabis, imaginamos un proceso que involucra tanto químicos como maquinaria; ambos, imposible de tener en casa. Sin embargo, la rosin es uno de dichos concentrados que se pueden fabricar en el hogar. Aquí tienes una guía completa sobre qué es la rosin y para sirve.
¿Qué es la rosin?
La rosin es un tipo de extracto o concentrado de cannabis que generalmente sirve para consumirse haciendo dabbing. A diferencia de otros productos similares, la rosin no es fabricada con solventes, sino por medio de un proceso que involucra presión y calor. Al no involucrar químicos peligrosos, y un mínimo de equipo especializado—tan mínimo que se puede reemplazar con otros artículos—es posible hacer rosin casera.
Gracias a este proceso simplificado de fabricación, se puede producir bastante rosin en poco tiempo. Además, se puede utilizar prácticamente cualquier material de la planta del cannabis—flor, hojas y tallos, kief, hachís—. Sin embargo, su calidad depende, evidentemente, de la planta que se haya utilizado para fabricarla.
También a considerar es que, la cantidad de rosin que resulte de este proceso siempre será bastante menor a la de material de planta de donde provino. Sin embargo, al tratarse de un concentrado, tiene efectos más intensos.
Como no se utilizan solventes para refinarla más, como ocurre con otros concentrados, la rosin es un concentrado de espectro completo. Al no perder sus terpenos, su sabor es mucho más puro que el de otros medios de consumo.
¿Cuál es la diferencia entre la rosin y la resina?
Los nombres de rosin y resina se parecen mucho y, por eso, se confunden seguido—especialmente en inglés: rosin y resin. Sin embargo, son cosas totalmente distintas.
Ambas son sustancias pegajosas, pero ahí termina la similitud. La resina cubre la flor del cannabis, a veces llamada “azúcar” o “cristales” por su aspecto. Contiene a los terpenos que le dan su aroma y sabor característico de cada cepa y que se extraen al hacer rosin.
Los residuos que se quedan en una pipa o un bong después de usarlos son, precisamente, de la resina.
¿Cuál es la diferencia entre la rosin y otros extractos de cannabis?
La rosin se fabrica sin solventes. En otros extractos, el cannabis se somete a un proceso de extracción llamado “de circuito cerrado” que involucra una máquina con varias cámaras. Se introduce la planta y se baña con algún químico—butano o propano, entre otros—para separar sus terpenos y cannabinoides. Después se refina más, separando los terpenos de los cannabinoides. Como su nombre lo sugiere, el producto final tiene un alto concentrado de estos últimos que generalmente se consumen por medio de dabbing.
Aunque la rosin también es un concentrado, que se usa de manera similar, no se refina a tal grado, por lo que tiene efectos menos pronunciados que otros. Además, como su proceso de fabricación requiere más tiempo y esfuerzo, generalmente la rosin es más cara. En general, se considera artesanal, mientras que aquellos fabricados con solventes son de producción en masa.
Al no usar solventes, la rosin se percibe como un producto más limpio y menos dañino.
¿Cuáles son los tipos de rosin?
Existen varios tipos de rosin de acuerdo a lo que se empleé para fabricarla. Entre los más populares están:
- Rosin de flor. El tipo de rosin que se hace con el material de la planta “intacto”; es decir, flor, hojas, ramas… En general, los residuos se quedan aquí y allá; es una buena manera de no desperdiciarla. La rosin de flor también tiene un sabor más puro que la que proviene del hachís.
- Rosin de hachís. Si se somete al hachís a presión y calor, también se obtiene rosin; esto puede hacerse con el hachís húmedo o seco. El sabor de este tipo de rosin es más amargo que el más natural de la flor.
- Rosin viva. También llamada por su nombre en inglés, la live rosin, o rosin viva, se obtiene de material de la planta previamente congelado. Este tipo de rosin tiene un sabor aún más fresco, ya que los terpenos son mejor preservados.
¿Cómo se hace la rosin?
Como lo mencionamos antes, para hacer rosin se emplea un proceso de presión y calor. Para su producción comercial se usan prensas. Éstas, a diferencia de otro tipo, están diseñadas para que las planchas se calienten, simplificando todo el proceso en un solo movimiento.
Se mete el material que se vaya a utilizar en un “cartucho” de papel encerado y se comprime con la prensa. La rosin, prácticamente líquida al principio, se esparce por el papel. Se retira el material de la planta y se raspa la rosin que queda en el papel.
La gran desventaja de las prensas es su precio y el espacio que ocupan. Aquellas que más se utilizan en la producción en masa de rosin suelen ser neumáticas, las más grandes. Pero, también existen las hidráulicas, las eléctricas y las manuales; estas últimas, las más accesibles. Sin embargo, aun así, su precio fluctúa entre los 5,000 y 15,000 pesos mexicanos.
¿Cómo se hace la rosin casera?
Existen varios métodos para hacer rosin casera sin la necesidad de una prensa. La más popular es utilizando una plancha de pelo.
Similar al proceso descrito anteriormente, se coloca el material de la planta en un pequeño sobre de papel encerado y se comprime con las planchas calientes del aparato.
Una vez terminado el proceso, la rosin se puede consumir de inmediato o se almacenar para usarla en el futuro.