Qué hacer con los tallos del cannabis

Qué hacer con los tallos del cannabis

Qué hacer con los tallos del cannabis

Muchos los ven como desperdicios. Y es que, una vez cultivadas las flores de cannabis, ¿qué podemos hacer con los tallos restantes del cannabis; con sus hojas y sus ramas? La verdad es que mucho, desde otros productos consumibles hasta mejoras para nuestro próximo cultivo. Te recomendamos no tirar tus plantas de marihuana que sobren de la cosecha.

Qué hacer con los tallos del cannabis

Como podrás imaginarte, las flores del cannabis son el mayor interés de un agricultor. A fin de cuentas, se pasa meses cuidándolas, haciendo todo lo posible para que crezcan sanas y fuertes, protegiéndolas de toda patología o plaga que se cruce en su camino. Sin embargo, sería una pena, una vez que las cosecha, echar a la basura el resto de las plantas.

Y es que no lo es; es decir, basura. El resto del material de la planta, como los tallos, las ramas y las hojas, tienen otras utilidades. De hecho, se pueden hacer todo tipo de productos con ellas, tanto consumibles como manualidades. Incluso pueden contribuir a que los cultivos futuros crezcan sanos.

Sin embargo, primero hay que hablar de lo que NO se debe hacer con los tallos del cannabis.

No debes fumar los tallos del cannabis

Igual que las flores, los tallos, ramas y hojas del cannabis contienen cannabinoides. Aunque esto los hace muy útiles para aplicaciones que veremos a continuación, quizá la más obvia sería desmoronarlas y rellenar un porro con ellas. Sin embargo, esto no es muy recomendable que digamos.

A diferencia de las flores, los tallos contienen celulosa, la cual hace que, por un lado, ardan a una temperatura muy alta. Tanto, de hecho, que podría dañar la garganta y hasta los pulmones de quien la consuma.

Pero, además, la celulosa también produce algunos compuestos que se mezclan con el humo y podrían ser muy nocivos para la salud. Además – en caso de que necesites una razón más para no fumar tallos, ramas y hojas – su humo no tiene muy buen sabor.

Mejor haz charas con los tallos del cannabis

En vez de fumarlo, podrías intentar hacer charas. El charas es una forma de hachís, originaria de la India y Pakistán que se caracteriza por hacerse en pequeñas esferas, aunque también toma varias otras formas. Afortunadamente, para nuestros propósitos, no se necesita maquinaria o químicos especializados para fabricarlo.

Eso sí, necesitas bastante material de la planta—aproximadamente 100 gramos—para fabricar una cantidad aceptable. Simplemente toma un puñado de ramas, hojas y demás y frótalas entre tus manos. Pronto verás que se te quedan manchadas de una sustancia verde oscura, casi negra.

Deshazte de los tallos y frótate las manos sobre un papel banco o un recipiente donde atrapar la sustancia que se te desprenda de las manos. A continuación, moldéala en pequeñas esferas.

También puedes hacer kief con los tallos del cannabis

El kief (a veces también escrito kif) es otro extracto del cannabis que toma la forma de un polvo fino, como polen. Puede ser muy parecido al hachís, aunque es más delicado y se desmorona con mayor facilidad.

Para hacer kief es necesario congelar el cannabis, idealmente en una bolsa con cierre estilo ziploc. Mete un puñado de material de la planta en una y guárdala en el congelador. Agítala de vez en cuando y añádele más material. El kief es el fino polvo que se desprende y queda al fondo de la bolsa. Solo debes reunirlo.

Bubble hash

Si, en vez de agitarlo, licúas los tallos congelados, puedes hacer bubble hash. Mételos al vaso de la licuadora y cúbrelos con agua y un poco de hielo. Ya licuados, pasa la mezcla a un frasco a través de un colador de tela. Déjalo reposar para que se asienten los tricomas en el fondo.

Vacía aproximadamente 2/3 del agua, rellena el frasco con agua helada y déjalo reposar nuevamente unos 5 minutos. Repite este proceso unas 5 veces más y, al final, pasa la mezcla por un filtro de café. Exprime el polvo resultante para eliminar el exceso de agua.

Té de cannabis

Los cannabinoides no se disuelven en agua. Por lo tanto, para hacer té, se necesita un agente graso. Pon a hervir 450 ml de agua y agrega una cucharada de aceite de coco, los tallos y hojas y reduce la llama.

Deja hervir la mezcla a fuego lento unos 8 minutos y pásalo por un colador. Puedes agregarle otros ingredientes para disfrazar el sabor del cannabis que, afrontémoslo, no es muy agradable. Con semillas de cardamomo, pimienta y jengibre tendrás un delicioso chai.

Licor de cannabis

Puedes infusionar cualquier licor con cannabis, siempre y cuando éste tenga una graduación mayor a los 40 grados. Mete ambos en un frasco de vidrio y déjalos reposar una semana, aproximadamente.

Una vez transcurrido ese tiempo, tienes dos opciones: consumirlo (aunque seguramente los efectos serán muy leves) o reemplazar el material de la planta por material nuevo y dejarlo remojando otra semana. Así, este proceso puede durar meses y el resultado será un trago mucho muy intenso—prepárese con precaución.

Cuerda de cannabis

Arranca la corteza de los tallos, misma que cubre la celulosa, y podrás tejerla para hacer cuerdas de diversos grosores y longitudes—todo depende del tamaño de tu cultivo. Hay una razón por la que la cuerda de cáñamo (primo del cannabis) se ha usado—y se seguirá usando—para una infinidad de cosas.

Puedes usar los tallos del cannabis para mejorar tu cultivo

Muele los tallos, hojas y ramas que sobraron de tu cosecha y espárcelos para formar una alfombra sobre el sedimento. Conforme se desintegran, contribuyen a la retención de agua de la tierra y liberan nutrientes para la nueva generación de plantas de cannabis.