Ciclo de cultivo de cannabis

Ciclo de cultivo de cannabis

Antes de empezar, es buena idea estudiar el ciclo de cultivo del cannabis para saber qué esperar y tener presentes las fechas más importantes. No querrás, por ejemplo, poner a germinar tus semillas y darte cuenta que lo hiciste demasiado tarde o cosechar demasiado temprano.

¿Qué tan largo es el ciclo de cultivo del cannabis?

El ciclo de cultivo de una planta de marihuana, de germinación a cosecha, varía muchísimo: de 3 a 8 meses. Esto es porque depende de muchas cosas. ¿Qué tipo de clima hace donde vives? ¿Qué nutrientes estás usando? ¿Empezaste con una semilla o con un clon? Todos estos factores afectan el tiempo total de tu cultivo.

Por ejemplo, métodos como los clones o las semillas autoflorecientes eliminan o cortan la germinación, resultando en un cultivo más corto que con semillas normales. Aunque, lo que seguramente alterará más tu tiempo total de cultivo será la etapa vegetativa de tus plantas. Es decir, el tiempo que les tome pasar de la germinación a la floración.

En cultivos interiores, dependes de que tu planta esté lo suficientemente madura para activar su etapa de floración al reducir la cantidad de luz que reciben. Pero, si tu cultivo es externo, el tiempo puede alterarse aún más, ya que la floración depende del ciclo solar natural (aunque también existen técnicas para activarla artificialmente).

¿Cuánto vivirán mis plantas de cannabis?

El cannabis no es especialmente longevo. Si se deja crecer naturalmente, sin cosecharlo, morirá después de echar semillas para dar paso a la siguiente generación. Es decir, solo vivirá unos cuantos meses.

Sin embargo, las plantas para cultivo viven aún menos, ya que, al tener que cortarlas desde el tallo, no pasan de la cosecha. Como los cultivos consisten solo de plantas hembras, no hay manera de renovarlo con las plantas existentes. Si se quiere reproducir las plantas de cannabis hay que tener otro cultivo aparte, dedicado exclusivamente para ello.

Ciclo de cultivo de cannabis en exteriores

Antes que nada, estos apartados están basados en cultivos exteriores en el hemisferio norte y debe ser adaptado de acuerdo a los meses y estaciones correspondientes al hemisferio sur.

Primero, asegúrate de tener todo lo necesario para no empezar a improvisar. Sobre todo, necesitas semillas. Tienes hasta marzo para tener todo listo.

·  Planta tu cannabis entre marzo y abril. Asegúrate de poner tus semillas a germinar en abril, a más tardar. Así podrás planear con más anticipación. Hay quienes germinan y siembran sus semillas en interiores para después trasplantarlas y mudarlas al exterior más adelante.

·  Cuida de tu cannabis entre mayo y agosto. Este es el periodo más largo; en el que más debes cuidar de tus plantas. Riégalas, pódalas y revisa que no tengan plagas y encárgate de ellas si sí. Pronto estarán listas para cosechar.

·  Cosecha entre septiembre y noviembre. Listo. Solo asegúrate de cosechar cuando los brotes estén lo más perfectos posible—ni muy temprano ni muy tarde. Para principios o mediados de noviembre deberías haber terminado, listo para celebrar el año y prepararte para aplicar lo que aprendiste una vez que llegue febrero.

El holgado calendario de los cultivos interiores

Como lo hemos visto en otros artículos, la gran ventaja de los cultivos interiores es que, como no dependes de los ciclos naturales del sol, puedes plantar y cosechar cuando quieras.

Sin embargo, sí tienes que tener en cuenta un par de cosas sobre el clima. Si decides cultivar durante el invierno o durante una época muy húmeda, quizá debas usar aparatos como calentadores o humidificadores para que los índices de temperatura y humedad de tu cultivo sean los correctos.

Equinoccios y solsticios como alertas en cultivos externos

Para no tener que hacer montañas de apuntes, escribir cientos de notas post-it ni poner miles de alarmas, usa los equinoccios y solsticios para recordar las fechas más importantes de tu cultivo.

Puedes tomar al equinoccio de primavera, por ejemplo, como fecha límite para empezar a germinar tus semillas. Si eres de los que germinan sus semillas en interiores para luego trasplantarlas a exteriores, no debes hacerlo después del solsticio de verano.

De igual manera, el equinoccio de otoño te alertará del momento en el que debes de empezar a cosechar tu cannabis; así curarás y almacenarás tu reserva para los meses fríos de invierno.