¿Cómo se usaba el cannabis en la antigua Persia?

¿Cómo se usaba el cannabis en la antigua Persia?

Cómo se usaba el cannabis en la antigua Persia

El imperio persa es uno de los más antiguos de la humanidad y llegó a ser uno de los más extensos, alcanzando regiones como Egipto y Turquía desde el medio oriente. No sorprende, entonces, que haya adoptado costumbres cannábicas de otros pueblos. Pero, ¿cómo se usaba el cannabis en la antigua Persia? Antes de hacerse una región principalmente musulmana, se utilizaba ampliamente en rituales religiosos.

¿Cómo llegó el cannabis al imperio persa?

Desde la década de los 50 se ha intentado establecer el origen del cannabis. Aunque no se ha logrado reducir a un solo país o región, se sabe que, lo más seguro, es que haya surgido en el continente asiático. Forma parte importante del desarrollo de las culturas de esa parte del mundo. El imperio persa, tan extenso, no es la excepción.

Uno de los más antiguos, el imperio persa se originó en lo que hoy conocemos como Irán, pero se extendió a lo largo de casi todo el continente asiático. Hacia el oeste, alcanzó Egipto, Turquía y una pequeña parte del sur de Europa. Perduró desde el año 559 hasta el 331 a. de C.

Cómo se usaba el cannabis en la antigua religión Persa

Hoy en día, la región donde solía ubicarse el imperio persa es mayoritariamente islámica. Sin embargo, ese no siempre fue el caso.

Los persas solían ser zoroastristas. Es decir, practicaban la religión fundada por el profeta Zoroastro, otro nombre de Zaratustra. La planta del cannabis jugaba un rol de importancia en dicha religión; los sacerdotes zoroastristas profesaban un deber de protegerla y la consideraban sagrada. Por lo tanto, era utilizada en todo tipo de rituales y se mencionaba en sus himnos religiosos.

Cómo se usaba el cannabis en la antigua Persia

La popularidad del cannabis como una planta religiosa continuó bajo los preceptos del Islam, sobre todo por las enseñanzas de Sheikah Haydar, un santo sufí. Según cuenta la leyenda, Haydar llevó una vida abstemia hasta que descubrió el cannabis. La experiencia lo llevó a creer que era un regalo divino; un vehículo para recibir los conocimientos y virtudes directamente de Dios.

Hoy en día, algunos practicantes del Islam continúan consumiendo cannabis mientras que otras ramas lo prohíben, ya que consideran que el THC, por su psicoactividad, es una sustancia tóxica y, por lo tanto, impura.