Cannabinoides y las enfermedades autoinmunes

Cannabinoides y las enfermedades autoinmunes

Cannabinoides y las enfermedades autoinmunes

Un área en la que se está estudiando ampliamente al cannabis es como remedio cuando el cuerpo se ataca a sí mismo. Y es que parece que hay un vínculo de extrema importancia entre los cannabinoides y las enfermedades autoinmunes. Esto, por la capacidad de los primeros de alterar el funcionamiento del sistema endocannabinoide, que regula, entre otras cosas, cómo combatimos invasores externos.

¿Qué son las enfermedades autoinmunes?

Todos tenemos un sistema inmunitario, encargado de protegernos ante lo que puede hacernos daño. Sin embargo, a veces se confunde y, creyendo que se trata de invasores del exterior, ataca a nuestros propios tejidos y órganos. El resultado son las enfermedades autoinmunes y algunas pueden ser muy serias.

El lupus, la artritis y la diabetes T1 son solo algunos ejemplos de este tipo de enfermedades. Sin embargo, el ejemplo más conocido quizá sea la esclerosis múltiple.

Cannabinoides y las enfermedades autoinmunes

Se dice que un paciente sufre de esclerosis múltiple cuando su sistema inmunitario ataca a la mielina, una membrana protectora de las neuronas y fibras nerviosas. A diferencia de otras, esta también es una enfermedad neurodegenerativa.

Las células del sistema inmunitario tienen receptores de cannabinoides, por lo que la presencia de THC, CBD y otros cannabinoides puede afectar su comportamiento. En este caso, es posible que lo ayuden a identificar mejor qué cosas son realmente invasores externos reales; lo tranquiliza y reduce el ataque a la mielina.

Desventajas de la acción de los cannabinoides ante las enfermedades autoinmunes

En general, los cannabinoides parecen reducir la acción del sistema inmunitario. Esta, por supuesto, es una gran ventaja cuando se trata de la gran variedad de enfermedades autoinmunes que existe, y no solo de la esclerosis múltiple. Sin embargo, también tiene su lado malo.
Como mencionamos al principio, el sistema inmunitario se encarga de protegernos de agentes externos. Una reducción en su funcionamiento nos deja más vulnerables ante dichas invasiones. Es decir, durante una gripa o cualquier otra causada por virus o bacterias.