Diferencias entre un viaje mental y uno físico
No todos los viajes son iguales. De hecho, dos personas pueden consumir la misma dosis y cepa de cannabis, al mismo tiempo, y tener experiencias totalmente distintas. Sin embargo, si generalizamos un poco, sus efectos pueden dividirse en dos categorías. ¿Cuáles son las diferencias, entonces, entre un viaje mental y uno físico?
¿Hay diferencias entre un viaje cerebral y uno físico?
Así es. Antes, éstas solían ser atribuidas a las dos especies de la planta del cannabis. Es decir, a la índica y a la sativa. Sin embargo, hoy en día esta distinción se considera arcaica y mal informada. Ahora se cree que los distintos efectos de las cepas dependen, más bien, de sus compuestos. Es decir, los cannabinoides, los terpenos y los flavonoides.
Las diversas mezclas de estos resultan en una enorme variedad de tipos de cannabis—incluso algunos sin efectos psicotrópicos—. La clase de estos efectos, sin embargo, sí pueden dividirse en dos grupos generales: el viaje mental y el físico.
¿Cuáles son las características de un viaje físico?
Los efectos relajantes del cannabis son bien conocidos: fuma un porro y pasa la tarde tirado en el sillón. Sin embargo, éste no es su único efecto—viaje—físico. Para empezar, la relajación no tiene por qué ser a tal extremo. Muchos consumen cannabis rico en CBD para tranquilizarse después de un día pesado o, incluso, al no tener efectos psicotrópicos, antes de uno.
Pero el viaje físico puede tener efectos totalmente opuestos. De hecho, antes ya han sido comparados con la euforia del corredor; es decir, la sensación de bienestar generalizado que trae consigo el ejercicio. No es de sorprenderse, entonces, que muchos atletas encuentran motivación en el cannabis.
¿Cuáles son las características de un viaje mental?
Pero el cannabis también produce efectos mentales. Aquí, también, la relajación es uno de los más célebres. Como en el apartado anterior, no nos referimos exclusivamente al sueño. El cannabis reduce inhibiciones y suele volver a los consumidores más sociables. Incluso—se sabe—se ríen más y con mayor facilidad.
Los efectos del cannabis también son introspectivos, y no es difícil pasarse horas pensando o discutiendo acciones pasadas y sus consecuencias.
Igual que con el viaje físico, el cannabis puede echar a andar el cerebro. Muchos lo consumen por su manera de estimular la creatividad, sobre todo aquellos que tienen inclinaciones artísticas. Otros, para meditar, y unos más, para concentrarse y estudiar mejor.