¿Qué son las microdosis y cómo funcionan?
No hay duda de que el cannabis es popular. Para muchos, representa un pasatiempo; para otros, un remedio. Pero, como se empezó a estudiar seriamente hasta hace relativamente poco, todavía se debate mucho sobre cuánto consumir. Muchos promueven la idea de que se disfruta más si se consume menos. Aquí te decimos qué son las microdosis y cómo funcionan.
¿Qué son las microdosis?
Siempre que consumimos algo nuevo ingerimos la cantidad errónea. Pasa mucho con el alcohol, pero también con otro tipo de sustancias intoxicantes, como alucinógenos y, claro, marihuana. Con la mayor aceptación de esta última, además, se han creado cepas cada vez con mayor cantidad de THC, algo que muchos critican.
Las microdosis buscan lo opuesto. Se trata de consumir la cantidad mínima de cannabis posible que aún surta efecto y, con ello, ir ajustando la dosis; tanto para su uso médico como lúdico.
¿Qué tiene de bueno usar microdosis?
Generalmente, las microdosis se recomiendan porque no sabemos a ciencia cierta cuál es una dosis generalizada y correcta. Y es que el cannabis actúa distinto de acuerdo al peso, composición, edad y hasta sexo de cada quien. Sin embargo, este no es el único beneficio.
Quienes usan cannabis para combatir condiciones como la ansiedad o el insomnio, es casi seguro que deban consumir cannabis alto en THC; un problema si además deben cumplir con obligaciones, como ir a trabajar. Las microdosis permiten recibir los beneficios terapéuticos del cannabis con una intoxicación mínima para no sacrificar el funcionamiento normal del consumidor.
Finalmente, las microdosis pueden retrasar la tolerancia que desarrollamos neutralmente por consumir cannabis, así como mantenerla baja por más tiempo. Con ello, se disfrutan sus beneficios, tanto lúdicos como médicos, por períodos más largos antes de tener que hacer una pausa.
¿Cómo se toman las microdosis?
Al fumarlo—porro, pipa o bong—es difícil medir exactamente cuánto cannabis estás consumiendo. Es mucho más sencillo con los comestibles. Generalmente se recomienda cortar un dulce pequeño a la mitad. O, para ser más específicos, 2.5 miligramos.
Consúmelo y espera de 45 minutos a 1 hora a que surta efecto. Con ello puedes ajustar la dosis hasta encontrar la correcta. Manténla por los próximos tres días antes de aumentarla y, cuando lo hagas, hazlo poco a poco.